Flor Vegas Voirol, Venezuela

¿Es posible tener varias patrias? 

Soy suiza nacionalizada, nacida y criada en Venezuela. Mi nacionalidad suiza está muy arraigada a mi identidad tanto como ha­ber crecido en la calidez de Venezuela. Mi lealtad no está dividida, sino expandida. Me siento comprometida con la formali­dad y belleza de los Alpes Suizos tanto como con los Andes Venezolanos. Hay un punto de encuentro, la predisposición a re­cibir a personas diferentes, aceptarlas y apreciar sus diferencias. Ambas patrias, se complementan. 

¿Cómo se traduce en tu vida el hecho de tener vínculos con más de un país? 

Tener vínculos y fomentarles a mis hijos que aprendiesen no solo uno de los idio­mas de Suiza, sino también su forma de pensar y su cultura, que vean a sus primos en cada viaje, que visiten los lugares de los abuelos, donde hacían salchichas a la ori­lla del río al pie del “Miroir d'Argentine”, ha sido siempre importante. 

Cuando tus amigos/as te piden un plato típico suizo, ¿qué les preparas? 

Cuando mis amigos, que siempre nos ven como los suizos en Caracas y vienen a la casa, siempre esperan que los recibamos con quesos recién traídos de Suiza o al me­nos un chocolatito. 

¿Qué tipo de relación mantienes con Suiza? 

Mi suegra que vivió 55 años en Venezuela y cuando falleció todavía hablaba el espa­ñol como recién llegada de Villars-sur-Ollon (VD), me enseñó a mantener una estrecha relación con la comunidad suiza, con la re­presentación consular, con la embajada, a pertenecer y apoyar e ir a cada celebración del 1° de agosto. 

¿En qué situaciones desearías que tu país de residencia fuera un poco más suizo? 

Me encantaría que Venezuela entendiera el valor del compromiso en la palabra, de la cordialidad y la importancia de mirar a los ojos a todo el que te cruzas en la calle, y la trascendencia de cumplir las normas para el beneficio común, que al final es el beneficio individual.