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La juventud suiza: entre ansiedad y despertar político

18.07.2025 – Denise Lachat

¿Cómo se imaginan los jóvenes su futuro? ¿Con qué sueñan? ¿Cuáles son sus preocupaciones? En Suiza, las respuestas a estas preguntas surgen de la participación de los jóvenes en la política.

¿Qué desea la juventud de una gran ciudad suiza? En Zúrich, por ejemplo, desea polideportivos al aire libre, la construcción de obras respetuosas con el medio ambiente, descuentos en las actividades culturales y de ocio, en los restaurantes y el transporte público. Tiene buenas posibilidades de ver cumplidos sus deseos, ya que el pasado otoño el Concejo de la ciudad aprobó siete de las llamadas iniciativas juveniles. Ahora le toca mover ficha al ayuntamiento: hasta otoño de 2026, deberá mostrar cómo piensa concretar las peticiones de los jóvenes.

Zúrich escucha a los jóvenes

La iniciativa juvenil es una herramienta política que la ciudad de Zúrich puso en marcha en 2022, a través del proyecto piloto “Euses Züri - Kinder und Jugendliche reden mit!” [“Nuestro Zúrich - ¡Niños y jóvenes tienen la palabra!”]. Su objetivo es dar a los jóvenes la oportunidad de aportar a la política sus ideas para la sociedad. Unos noventa jóvenes de entre 12 y 18 años se reúnen en conferencias juveniles y elaboran sus propuestas, junto con algunos concejales. A continuación, se las presentan al Concejo.

Ricarda Barman forma parte de ese grupo. Esta alumna de secundaria de 15 años participó en la conferencia juvenil del año pasado y explicará a los políticos por qué conviene que apoyen a los propietarios de viviendas para que instalen paneles solares. “El petróleo y el gas deben destinarse a otros usos más prioritarios. Como no son renovables, hay que utilizarlos con moderación”, explica a Panorama Suizo; a Ricarda Barman le gusta mucho la iniciativa juvenil: “Es un gran avance que los jóvenes tengamos voz y voto en Zúrich. La mayoría de los políticos son mucho mayores que nosotros y no les tocará vivir las consecuencias de sus decisiones durante tanto tiempo como a nosotros”.

La ciudad de Thun también ha inaugurado en 2014 una iniciativa juvenil para dar la palabra a los jóvenes de 13 a 18 años: llevan sus reivindicaciones al Concejo si consiguen reunir 40 firmas de jóvenes de la misma edad. 

En Zúrich, los jóvenes cuentan con el apoyo de Julia Kneubühler, responsable de las conferencias juveniles en nombre de la ciudad de Zúrich, dentro de la Federación Suiza de Parlamentos Juveniles (FSPJ). La FSPJ fomenta la participación política en los tres niveles del Gobierno suizo: municipal, cantonal y nacional. Una herramienta clave para recoger las necesidades de los jóvenes es la plataforma digital www.engage.ch, que la FSPJ desarrolló hace unos diez años. Además de la ciudad de Zúrich, también la utiliza el cantón de Soleura, que cada año organiza un “Día de la Política Juvenil”. La campaña se llama “¡Red mit!” [“Opina tú también”] y se celebrará por decimoctava vez en 2025. ¿Qué ha conseguido hasta ahora? Un ejemplo es una iniciativa de 2023 que fue apoyada por todos los partidos políticos en el Parlamento Cantonal el año pasado: una tarjeta de identificación escolar válida en todo el cantón permitirá a los alumnos beneficiarse de tarifas reducidas.

Miles de propuestas a tratar en el Parlamento Federal

Desde hace nueve años, los adolescentes y los jóvenes también pueden expresar su opinión a nivel nacional; ya han presentado miles de propuestas al Parlamento Federal. Cada primavera, las ideas de jóvenes de 12 a 25 años se recogen en la plataforma www.engage.ch bajo el título “Verändere die Schweiz!” [“¡Cambia Suiza!”]. A continuación, cada uno de los jóvenes parlamentarios, que abarcan todo el espectro político, lee una propuesta que le gustaría que se concretara. Hasta la fecha, se han formulado un centenar de propuestas, en colaboración con sus autores. Puede que no hayan dado lugar a innovaciones revolucionarias en la política suiza, pero la FSPJ está satisfecha. “El hecho de que los jóvenes participen activamente en el proceso político ya es un éxito. Y si luego las ideas se convierten en acciones políticas concretas, muchísimo mejor. Después de todo, sabemos lo difícil que es para los propios parlamentarios lograr resultados concretos en el largo y complejo proceso de la política suiza”, declara Fiona Maran, Jefa del Equipo de Campañas de engage.ch en la FSPJ. Como ejemplo positivo, menciona la moción presentada en el verano de 2022 por el Consejero Nacional Lukas Reimann (UDC), que pedía al Consejo Federal que fomentara los viajes de inmersión lingüística en Suiza para alumnos de las cuatro lenguas nacionales. El Consejo Federal rechazó la moción, pero el Consejo Nacional la aprobó en la primavera de 2024. El siguiente paso es el Consejo de los Estados, por lo que la suerte de la moción se desconoce aún. Otra solicitud formulada por los jóvenes es la detección precoz del riesgo de reducción de las pensiones de jubilación por no haber cotizado a la Seguridad Social todos los años sin interrupción, un problema que suele surgir al principio de la vida laboral. Andri Silberschmidt, Consejero Nacional del PLR, ha llevado el asunto al Parlamento, y el Consejo Federal se ha pronunciado al respecto.

Las “cifras alarmantes” de la salud mental

“Dar la palabra a los jóvenes significa mostrarles que su opinión cuenta y, por tanto, contribuye a la prevención”, afirma Hannah Locher, de Unicef Suiza y Liechtenstein, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Varios estudios demuestran que muchos niños y jóvenes suizos sufren algún trastorno. Según una encuesta realizada en 2021 entre jóvenes de 14 a 19 años por encargo de Unicef Suiza y Liechtenstein, el 37 % de los jóvenes suizos muestran signos moderados o graves de un trastorno de ansiedad y/o depresión. “Las cifras son alarmantes”, declara Hannah Locher, sobre todo a la luz del “Estudio sobre estrés” realizado por la fundación suiza Pro Juventute entre finales de 2019 y principios de 2020 entre más de mil escolares: un tercio de los niños y jóvenes suizos están sometidos a altos niveles de estrés, se sienten cansados y agotados, y se quejan de la presión por rendir.

Irem Dönmez, alumna de secundaria de quince años, quiere hablar precisamente de este tipo de presión. Presentará la iniciativa juvenil sobre la salud mental ante el Concejo de la ciudad de Zúrich. Es un tema que le toca de cerca, ya que la transición del 2º. al 3.er curso de secundaria fue para ella una experiencia “muy estresante”: “Tuvimos que realizar numerosas prácticas profesionales, encontrar una plaza de aprendiz para agosto, dominar el programa obligatorio y, al final, presentar un examen diario durante quince días”. Es comprensible que los nervios estén a flor de piel en tales situaciones, sobre todo si se añaden problemas personales. A nuestra adolescente le gustaría que los profesores se mostraran más comprensivos con esta tensión emocional; considera necesario que la escuela secundaria cuente con espacio y ofertas concretas para afrontar las emociones y los problemas. “En estos tiempos difíciles, no solo hay que tener en cuenta las tareas escolares”, afirma Irem Dönmez. Por este motivo, la iniciativa juvenil que ha presentado solicita a la ciudad que conceda un préstamo para financiar medidas preventivas de fomento de la salud mental en la enseñanza secundaria.

La salud mental: una prioridad absoluta para los jóvenes

El “Zukunftsrat U24” [“Consejo U24 para el Futuro”] considera que la salud mental es el principal problema de los jóvenes en Suiza. En una encuesta representativa realizada en toda Suiza se clasificó como prioritario. El Consejo para el Futuro cuenta con el apoyo de la Sociedad Suiza de Utilidad Pública (SSUP). Se trata de un consejo de ciudadanos de entre 16 y 24 años que viven en Suiza. Los ochenta participantes se seleccionan entre 20 000 solicitantes mediante un proceso de sorteo por etapas. La composición de este consejo pretende reflejar lo más fielmente posible a la población suiza y, por tanto, incluye también a extranjeros que, de otro modo, no tendrían voz política en Suiza. Arya Kaya, una kurda de 24 años que participó en la conferencia de 2023, declara encantada: “Había huido de Turquía a Suiza y estaba sola, no tenía contactos. Pero aquí, de repente, me dieron a mí, una extranjera, la oportunidad de opinar”. A lo largo de tres talleres de fin de semana, se debatieron más de treinta propuestas y, finalmente, se formularon dieciocho recomendaciones de actuación dirigidas a los políticos suizos. Entre otras cosas, se solicitó la creación de una base jurídica que permitiera al Gobierno Federal emprender una acción nacional coordinada en el ámbito de la salud mental de los jóvenes, introducir un plan de seguimiento y centrarse en la prevención.

Las demandas del Consejo para el Futuro coinciden en gran medida con las de Unicef. Según Hannah Locher, el problema no radica solo en la falta de especialistas, sino sobre todo en deficiencias estructurales: la formación de psiquiatras de niños y adolescentes no se ha promovido lo suficiente; la atención no se ha planificado para satisfacer la demanda; y la prevención adolece de un enorme descuido financiero. Locher elogia los “numerosos servicios comprometidos y de fácil acceso que ofrecen, por ejemplo, las escuelas, los clubes deportivos, el trabajo juvenil y los servicios psicológicos municipales”. Pero lamenta que existan diferencias significativas entre los cantones: “El panorama es muy heterogéneo. Lo que necesitamos es una estrategia nacional que ofrezca servicios basados en las necesidades de los grupos de todo el país que así lo requieran.” Una oferta procede de la propia Unicef, que reconoce a los municipios comprometidos otorgándoles la etiqueta “Municipio amigo de la infancia”. Y aunque la salud mental no está en el centro de este planteamiento, lo cierto es que un espacio público saludable para los niños también contribuye a la prevención.

¿Qué queda por hacer?

Queda por saber si la participación de los jóvenes puede marcar la diferencia en este ámbito, de vital importancia para ellos. Arya Kaya está convencida de que sí. Muchos políticos interesados participaron en la conferencia final del Consejo U24 para el Futuro, y ella ha sido invitada en varias ocasiones a conferencias especializadas. Entre otras intervenciones, tomó la palabra en un gran evento ante 600 especialistas. “Nuestra labor no ha sido en vano”, afirma rotundamente. Hoy, Arya Kaya se ve a sí misma como una game changer, que difunde las recomendaciones de actuación del Consejo para el Futuro en su red, que crece con rapidez. Ahora habla perfectamente alemán, se ha organizado junto con otros 29 miembros del Consejo para el Futuro en el “Zentrum Zukunftsrat U24” y ha empezado a estudiar psicología en la Universidad de Zúrich.

Sin embargo, no todos los jóvenes suizos tienen la energía o el interés necesarios para implicarse en política. Para ellos son esenciales los servicios de fácil acceso, ofrecidos por jóvenes para jóvenes, como el “Zeta Movement”, animado por personas que han sufrido anteriormente problemas de salud mental. Sus actuales representantes definen así su objetivo: “De acuerdo con nuestra percepción, la Generación Z debería ser la última que sufra estigmatización, silencio y discriminación por razones de salud mental, y la primera que catalice el cambio y modifique radicalmente las actitudes ante esta situación”.

Causas y consecuencias de las enfermedades mentales

Como factores susceptibles de provocar trastornos mentales en niños y adolescentes, Unicef cita la pobreza, la adicción o la violencia en la familia, la negligencia emocional en la infancia o las malas experiencias infantiles como el acoso escolar. Invertir en la prevención de las enfermedades mentales beneficia a toda la sociedad, incluso desde una perspectiva económica. La London School of Economics cifra en casi 58 000 millones de dólares anuales las pérdidas causadas en Europa por deficiencias y trastornos mentales que conducen a la incapacidad laboral o la muerte de jóvenes. Por tanto, la salud mental de los jóvenes no es ni un problema exclusivo de Suiza, ni un problema que solo existiría desde la pandemia de Covid, como podría sugerir el lapso de tiempo de las encuestas mencionadas (véase el texto principal). “La pandemia fue posiblemente un factor desencadenante, pero el problema ya existía de antemano”, afirma Hannah Locher, de Unicef Suiza y Liechtenstein. El coronavirus lo intensificó y visibilizó.

(DLA)

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    Arye-Isaac Ophir, Israel 23.07.2025 At 10:17

    Hinzufügend möcht ich darauf hinweisen, dass es nicht wundert, dass ein solch politisch erzieherisches Projekt ausgerechnet in der Schweiz seine Geburtsstunde feiert, weil gerade der mit dem Projekt manifestierte Individualismus in direktem Zusammenhang mit der direkten Demokratie steht.

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  • user
    Arye-Isaac Ophir, Israel 23.07.2025 At 09:21

    Ein hochinteressanter Artikel - und ein hochrelevantes Projekt, ein Thema, weit über die Schweiz hinaus! Die Jugend an der Ideengestaltung der direkten Demokratie praktizierenderweise teilhaben zu lassen, ist erzieherisch sehr begrüssenswert - und das ganz sicher nicht nur für die heranreifende Jugend, sondern ebenso auch für die eingefleischten Altpolitiker mit oft gravierender Impotenz in Sache ideellen Frischzellen.

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  • user
    Paul Jud, Stühlingen, Deutschland 20.07.2025 At 23:23

    Machen Sie Witze? “An der Urne Entscheide fällen”? Welche Entscheide denn? Ja/Nein? Demokratie heisst "Volksherrschaft" und kommt aus dem Griechischen aus einer Zeit, als dort 80% der Bevölkerung Sklaven waren, und die "Demokratie" nur für die 20% Besitzenden (Männer) bestimmt war. Fast wie bei uns heute. Oder wollen Sie bestreiten, dass nur Kapitalbesitzer wirkliche Entscheide treffen können? Einer der nichts hat als seine Arbeitskraft, die er an Kapitalbesitzer zeitweise vermieten muss, um zu leben. Der hat auf jeden Fall nichts zu entscheiden, was für ihn relevant ist. Bei der "direkten" Demokratie ist die Täuschung sogar noch raffinierter als bei uns in Deutschland, wo sich immer mehr Menschen von diesem Polittheater angwidert abwenden.

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    • user
      Toni Amacher, Deutschland 21.07.2025 At 08:44
      Ihr Kommentar ist etwas verwirrend und mir ist nicht klar, welches politische Modell Sie anstelle der Demokratie denn vorschlagen möchten. Auf jeden Fall ist Ihre Beschreibung der «direkten Demiokratie» schweizerischer Prägung eben gerade falsch: Es geht nicht nur um Ja-/Nein-Entscheide, denn auf allen drei staatlichen Ebenen - Gemeinde, Kanton, Bund - gibt es ein Initiativrecht. Es können also konkrete Forderungen eingebracht werden. Und der Bericht der «Schweizer Revue» beschreibt im allerersten Taextabschnitt, dass die Jugendlichen mit «Jugendvorstössen» eben auch Konkretes vorschlagen können - und nicht nur etwas abnicken. – Damit ist nicht gesagt, dass die Demokratie schweizerischer Prägung perfekt ist. Aber sie ist weit besser als das erwähnte griechische Vorläufermodell.
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    • user
      Arye-Isaac Ophir, Israel 22.07.2025 At 19:58

      Werter Herr Paul Jud, ich habe so das Gefühl, dass in Ihrem geschrieben inhaltlich eine definierbare, nachvollziehbare Kundgebung fehlt, weil Sie bei Ihrer Wortwahl die Sinngebung der Worte falsch interpretieren. Demokratie, welche es auch sein mag, ist in ihrem Endeffekt ein Mehrheitsentschluss von JA oder NEIN zu einer Vorlage. Dem vorangehend ist Sache der Meinungsbildung. In einer ultimativen, direkten Demokratie, wie die der Schweiz - wie sie selbst die Ur-Demokraten im alten Griechenland nicht kannten - ist eine Einflussnahme von sektoralen Thema verfremdenden privat Interessen weitgehend blockiert. Ist doch ganz im Sinne der Zivilisationswerte. So, Herr Jud, WAS ist daran nicht vorbildlich gut?

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