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Se acerca la hora de la verdad en la cuestión europea

11.04.2025 – Theodora Peter

Suiza y la Unión Europea (UE) desean superar la crisis de sus relaciones. Tras arduas negociaciones, un nuevo paquete de acuerdos está sobre la mesa. A nivel nacional, el acercamiento bilateral sigue generando controversia. Quienes tendrán la última palabra serán los electores.

Ilustración Max Spring

El Ministro de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis (PLR), calificó de “importante hito” la conclusión de las negociaciones con la UE, poco antes de Navidad. “Las buenas relaciones con la UE y nuestros países vecinos son especialmente importantes en estos tiempos de turbulencia”, declaró Cassis ante los medios de comunicación.

Anteriormente, Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, había viajado de Bruselas a Berna con el fin expreso de corroborar la importancia del acuerdo. “Estamos tan cerca como se puede estar”, afirmó von der Leyen, recalcando ante las cámaras que se trataba de una colaboración “en pie de igualdad”. El paquete de acuerdos con la UE incluye la renovación de cinco tratados anteriores, así como tres nuevos acuerdos sobre electricidad, sanidad y seguridad alimentaria.

El acercamiento estuvo precedido por una larga crisis bilateral. Hace tres años, el Consejo Federal se había retirado de las negociaciones para un acuerdo marco institucional, sin llegar a conclusión alguna (Panorama 4/2021). Las diferencias eran insalvables, especialmente en materia de protección salarial y derecho de residencia de los ciudadanos de la UE en Suiza. De ahí la reacción negativa de la UE, que castigó a Suiza rebajándola de categoría en el prestigioso programa de investigación Horizon Europe (Panorama 5/2022).

“El mayor mercado del mundo”

Tras una pausa de reflexión, ambas partes reanudaron las negociaciones hace un año. Doscientas rondas de negociaciones después, ya se dispone de un nuevo paquete de acuerdos, que prolonga los esfuerzos de acercamiento iniciados hace 25 años. Su eje central sigue siendo la participación sin barreras en el mercado interior de la UE, “el mayor mercado del mundo”, en palabras de Cassis. El intercambio de bienes y servicios entre Suiza y la UE genera por sí solo un valor total superior a los mil millones de francos diarios. “Nuestra prosperidad depende de ello”.

Para acceder a este espacio económico de unos 500 millones de consumidores, Suiza deberá desembolsar 350 millones de francos anuales entre 2030 y 2036. Esta llamada “contribución para la cohesión” no va a parar a las arcas de la UE, sino que se utiliza para impulsar el desarrollo de los países de la UE con menor nivel económico. Hasta ahora, Suiza solo pagaba 130 millones de francos anuales por este concepto.

El intercambio de bienes y servicios entre Suiza y la UE genera un valor total superior a los mil millones de francos diarios.

Junto con el acceso al mercado interior de la UE, la libre circulación de personas es el otro punto clave de los acuerdos bilaterales: otorga a la población el derecho a trabajar y vivir en otro país de este espacio económico. Poder elegir libremente dónde vivir y trabajar es de crucial importancia para los más de 500 000 suizos y suizas que residen en el extranjero europeo. A cambio de ello, los ciudadanos y ciudadanas de la UE pueden buscar trabajo y establecerse en Suiza.

Excepciones para el caso de Suiza

Durante las renegociaciones, Bruselas se mostró complaciente para con los intereses específicos de Suiza. Por ejemplo, los ciudadanos y ciudadanas de la UE solo pueden residir en Suiza de forma permanente si trabajan en el país. Con esta disposición se pretende evitar que los ciudadanos de la UE emigren a Suiza únicamente para recibir prestaciones sociales de mejor calidad que en su país de origen.

También se negoció una “cláusula de salvaguardia”, en virtud de la cual Suiza podría restringir unilateralmente la inmigración en caso de “problemas económicos o sociales graves”. Aún no está claro cuándo y cómo entrará en vigor este mecanismo, que será objeto de un intenso debate político interno.

Otro punto conflictivo sigue siendo la protección salarial: en toda Europa seguirá aplicándose el principio de un mismo salario por el mismo trabajo en el mismo lugar, salvaguardando así el elevado nivel salarial suizo y evitando que empresas de la UE ofrezcan trabajo en Suiza a precios de dumping. Lo que los sindicatos se niegan a adoptar es la normativa europea sobre gastos, que se basa en las tarifas del país de origen de los trabajadores desplazados. En virtud de esta normativa, un trabajador polaco enviado a una obra suiza solo recibiría por alojamiento y manutención la cantidad de dinero que tendría que gastar en Polonia. La patronal suiza también considera “grotesca” esta normativa.

Die Sozialpartner wollen Bundesrat und Parlament deshalb dazu bringen, per Gesetz festzuschreiben, dass nicht nur bei den Löhnen, sondern auch bei den Spesen die Schweizer Tarife gelPor ello, los interlocutores sociales desean que el Consejo Federal y al Parlamento aprueben una ley que garantice la aplicación de las tarifas suizas no solo a los salarios, sino también a los gastos. Para la Unión Sindical, este es uno de los prerrequisitos para respaldar los tratados con la UE en un futuro referendo.

Poder elegir libremente dónde vivir y trabajar es de crucial importancia para los más de 500 000 suizos y suizas que residen en el extranjero europeo.

El Consejo Federal desea aclarar las cuestiones pendientes de aquí al verano, para organizar después una consulta sobre la totalidad del paquete, incluidas las enmiendas legislativas. El Parlamento empezará a debatir el expediente de la UE en 2026. Es poco probable que se celebre un referendo antes de 2028; probablemente habrá que esperar el resultado de las próximas elecciones nacionales de 2027.

Oposición fundamental de la derecha

El nuevo acuerdo con la UE ha suscitado sentimientos encontrados en los diferentes partidos. Solo los Verdes y los Verdes Liberales se han pronunciado claramente a favor de los acuerdos. En la izquierda, el PSS, junto con los sindicatos, insiste en la concesión de garantías políticas internas, tanto en materia de protección salarial como de servicios públicos.

El PLR, el partido del Ministro de Asuntos Exteriores Ignazio Cassis, también se mostró cauto tras el anuncio de la conclusión de las negociaciones. “Ni aplaudimos los acuerdos, ni los condenamos”, declaró el Partido Liberal, que anteriormente había apoyado sin reservas la senda bilateral de Suiza. “Primero queremos examinar de cerca los nuevos acuerdos”. El Centro tampoco se mostró eufórico, aunque habló de “claros progresos” en comparación con el acuerdo marco que fracasó en 2021.

Simon Michel en la sede de la empresa Ypsomed, en Burgdorf. Simon Michel es director ejecutivo de Ypsomed Holding y Consejero Nacional del PLR por Soleura. Foto Keystone

 
 
Pros

“Brindemos por las relaciones de buena vecindad: ¿alguna vez ha cortado el césped hasta pasadas las 8 p. m., un soleado día de verano? ¿O ha estacionado uno de sus invitados su vehículo en el aparcamiento del vecino? En estos casos, uno se siente agradecido si el vecindario renuncia a proferir una sarta de insultos o, incluso, a llamar a la policía. Invertir en las relaciones de buena vecindad merece la pena: fomenta la cohesión del barrio y, por tanto, la ayuda mutua entre vecinos. Además, una propiedad posee más valor en un buen barrio que en uno conflictivo.

Lo que beneficia a nuestro vecindario inmediato no puede ser del todo malo para nuestro país en el contexto europeo. Una buena relación con la Unión Europea no solo es importante desde el punto de vista económico, sino que también es útil en términos sociales, prácticos y de política de seguridad, sin que ello implique que dejemos de ser nosotros mismos y renunciemos a nuestra identidad, nuestras normas, costumbres y leyes.

Los acuerdos bilaterales constituyen la base de esta relación de buena vecindad. Después de 25 años, queremos revisarlos y reforzarlos, ya que carecemos, por ejemplo, de un acuerdo común sobre electricidad o de normas para la resolución de conflictos. Disfrutar de una buena vecindad y tener normas claras entre Suiza y la UE, no significa de ningún modo que debamos adoptar sus leyes y derechos de manera irreflexiva. Suiza mantendrá su identidad y autonomía incluso con los Bilaterales III”.

“Una buena relación con la UE no solo es importante desde el punto de vista económico”

Las reticencias del centro-derecha se deben esencialmente a la oposición masiva de la UDC. Este partido conservador de derechas, que rechaza cualquier acercamiento a la UE, se opone con todas sus fuerzas al “tratado de sometimiento”, porque considera que Suiza está adoptando la legislación europea en demasiados ámbitos. La UDC también se opone a la inmigración “incontrolada”. En 2020, sin embargo, este partido fracasó en las urnas con su “iniciativa de limitación”: la mayoría de los votantes no quiso poner en peligro el principio de libre circulación de personas.

Ahora, la UDC realiza un nuevo intento a través de la “iniciativa de sostenibilidad”, que presentó en 2024: pide que el número de habitantes de Suiza se limite a un máximo de diez millones de personas para 2050. El número de residentes permanentes asciende actualmente a nueve millones. Esta polémica iniciativa debería someterse a votación en 2026, en pleno debate parlamentario sobre los acuerdos bilaterales. Su aprobación provocaría otra grave crisis en las relaciones con la UE.

Magdalena Martullo-Blocher, empresaria, Consejera Nacional de los Grisones y Vicepresidenta de la UDC, hace una demostración con una pipeta durante la conferencia de prensa sobre el balance del grupo EMS, en 2025. Foto Keystone

 
 
Contras

“El tratado con la UE es un tratado de sometimiento para Suiza: nos obliga a adoptar toda la legislación actual y futura de la UE en ámbitos tan importantes como el comercio, el transporte terrestre y aéreo, la energía, los alimentos, la sanidad, las finanzas, la inmigración y la educación. Si no adoptamos su legislación, la UE nos impondrá sanciones y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tendrá la última palabra. La burocracia de la UE es desmesurada: tendríamos que adoptar miles de páginas de directivas hoy mismo. Ciento cincuenta funcionarios están reescribiendo nuestra Constitución y nuestras leyes. Y como si fuera poco, ¡tenemos que pagar miles de millones por todo esto! La malograda UE ya anda de capa caída. La elevada inflación, la inmensa deuda y los despidos masivos están llevando a sus ciudadanos y empresas a la desesperación. Suiza tendría que adaptarse a los estándares más bajos de la UE y renunciar a su probada democracia. ¡No queremos esto!

Y no tenemos por qué aceptarlo. Con su fuerza innovadora, su estabilidad y neutralidad, Suiza es un socio internacional muy solicitado. Desde hace décadas apuesta por acuerdos de libre comercio, y los 33 acuerdos que hemos firmado superan con creces a los de la UE. Hemos firmado nuevos acuerdos con Indonesia, Corea, Tailandia, Kosovo e India; y estamos negociando otros con los países del Mercosur, así como con Japón, China y Estados Unidos. Ninguno de estos países exige a Suiza que adopte su sistema jurídico. Suiza debe rechazar el tratado colonial de la UE. En todo el mundo los vientos soplan a favor de Suiza: ¡icemos nuestras propias velas!”

“En todo el mundo los vientos soplan a favor de Suiza: ¡icemos nuestras propias velas!”

Se requiere un amplio apoyo

Mientras que la UDC se opone enérgicamente a cualquier acuerdo con la UE, sus simpatizantes siguen careciendo de la influencia necesaria. Además de los partidos políticos, son sobre todo organizaciones empresariales como economiesuisse quienes tienen la responsabilidad de actuar, dado que apoyaron con todo su peso las anteriores votaciones sobre los Bilaterales I y II. Solo algunos representantes empresariales, como Simon Michel, empresario de Soleura y Consejero Nacional del PLR, apoyan firmemente los Bilaterales III.

Para que estos tratados obtengan un respaldo mayoritario, opina el politólogo Fabio Wasserfallen, Catedrático de Política Europea en la Universidad de Berna, hace falta “una declaración amplia y clara acerca de su importancia para Suiza”. Sin este compromiso por parte del sector empresarial, los interlocutores sociales y los partidos políticos, es comprensible que el Consejo Federal se muestre reacio a actuar y no quiera tomar la iniciativa en solitario. “Tengo la impresión de que estamos tratando una vez más de ganar tiempo con el expediente de la UE”. Está por ver si esto beneficiará a sus partidarios o a sus adversarios. Lo que es seguro es que, tarde o temprano, todos los actores tendrán que definir claramente su posición respecto a la manera en que decidan regular las relaciones con sus vecinos europeos.

Consulte el dosier en www.revue.link/eudo

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    Arye-Isaac Ophir, Israel 20.04.2025 At 08:15

    Der Kernpunkt eines jeden selbständigen Staates ist seine Gesetzgebung. Nach obiger gute Nachbarschafts-Vorlage wird die schweizerische Justiz zum Gimik.

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    Arye-Isaac Ophir, Israel 19.04.2025 At 12:51

    An Stelle Kriege unter Europas Staaten, Friede, nachbarlicher Respekt und gemeinsame zivilisierte Wirtschaftsbeziehungen zum Wohle aller. Ein Himmel voller Geigen über Europas Vielkultur. DAS war der Gedanke der EU-Geburt. Was ist heute davon übrig geblieben? Kaum was vom Ursprung des hehren Gedankens. Wolken anstelle des Himmels und anstelle der Geigen Blechtrommeln. Die gemeinsamen Wirtschaftsinteressen sind nur noch Mittel zum Zweck eines zentralen Politbüros, eines Politsyndikats zur allgemeinen kulturellen Gleichschaltung der europäischen regionalen Vielkultur - so in etwa eine Art von administrativer Einpartei-Demokratie. Da passt die Schweiz als Urmutter demokratischer Verfassung mit ihrem Vielkultur-Volk als Souverän nicht ins Bild des neuen Europa nach Modus Brüssel-Berlin. Eine begehrte  Rosine mitten im Kuhfladen eben. Bisher waren die Schweizer relativ standhaft in ihrem Willen, ihre althergebrachte Individualität zu erhalten, ihr Recht und - vor allem - ihr Selbstverdientes selbst zu verwalten. Wie lange noch? Die Gier der EU, das private Guthaben der Schweiz einzuverleiben, ist riesig. Noch zum Glueck - im Gegensatz zu den EU Mitgliedsstaaten - hat das Volk das Sagen, das letzte Wort. Trotz der vielen EU-Mitläufer in der Schweiz bin ich der Hoffnung, dass sich die Schweiz dem Moloch EU nicht unterwerfen wird !

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    Mario Belloni, Dubai 18.04.2025 At 15:13

    Heute ist mir die neueste Ausgabe der "Schweizer Revue" übermittelt worden - und wiederum bin ich über deren Inhalt sehr empört!


    Als froher Auslandschweizer, zum Glück nicht in einem Land der Europäischen Union, verstehe ich den Sinn des ersten Artikels nicht. Auch der zweite Artikel "Beziehungskrise Schweiz-EU?" geht mir auch auf die Nerven!


    Was müssen wir noch zusätzlich mit der EU aushandeln? Wir haben mit der EU einen bilateralen Vertrag unterzeichnet, an dem wir uns als seriöse Schweizer hundertprozentig halten. Bei einem bilateralen Vertragsabschluss ist nicht vorgesehen, dass nachher einer der beiden Partner noch zusätzlich etwas bezahlen muss, was die EU von uns bereits erzwungen hat (Kohäsionsbeitrag für was und wen!). Man spricht von 350 Mio. Schwizer Franken in den nächsten fünf Jahren. Das ist eine reine Erpressung!


    Außerdem wenn wir diesen neuen Unterwerfungsvertrag, welcher leider von unseren Medien als "Bilateraler III Vertrag" auf lügnerische Weise verkündet wird, wird es mit unserer direkten Demokratie in der Schweiz zu einem bitteren Ende kommen. Fremde Richter werden dann über unser Schicksal entscheiden.


    Abschliessend noch eine Bemerkung zu den "Figuren", welche in der EU zur Zeit tätig sind. Welche und wie viele Staatsbürger der EU haben eine Frau von der Leyen, eine Kaja,Kallas, eine Frau Roberta Metsola oder einen Herrn Antonio Costa jemals demokratisch gewählt?.


    Über eine Sache bin ich sehr glücklich, ich gebe der EU noch für sehr wenige Jahre eine Überlebenschance und dann werden die europäischen Bürger wieder frei aufatmen können und wir Schweizer von diesen Witzfiguren nicht mehr belästigt werden!

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    Lukas Schwitter, Thailand 17.04.2025 At 13:50

    Wie kann man einem solchen Konstrukt beitreten und dafür noch jährlich 350Millionen Schweizer Franken überweisen.


    Die EU wird von nicht gewählten Technokraten regiert und hat sich aufs übelste verschuldet. Ein Fass ohne Boden. Ausserdem beweisen sie täglich ihre Kriegsgelüste gegen Russland und da wollen sich die Schweizer sicher nicht mitreissen lassen. Vergesst diesen Verein, da gibts nur Verlierer.

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      Arye-Isaac Ophir, Israel 18.04.2025 At 16:50

      Ja, werter Herr Belloni, nach Menschenrecht müssen wir nicht. Aber eben, die Schweiz als Rosine mitten im Kuhfladen der EU... oder im Klartext: Erpressung nennt man das.

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    Thomas Rettenmund, Sao Miguel, Azoren 17.04.2025 At 10:13

    Sorry, der Verfasser dieses Artikel trieft vor abhängiger Übereinstimmung mit der bundesrätlichen Botschaft! Schon die Bilder von Pro und Contra sind manipulativ. Mich ärgert das sehr. Es ist keine fundamental Opposition gegen diesen Vertrag. - Er enthält Bestimmungen, die mit der Neuträlität und vorwiegend mit der Unabhängigkeit der Schweiz NICHT vereinbar sind. Basta. - Und es ist, auch von Frau Martullo-Blocher, richtig dargestellt, dass wir die EU finanzieren müssten, obwohl wir ein grosses positives Handelsvolumen mit der EU abwickeln. Dafür sollen wir die Volksrechte aufgeben (Initivativ- und Referendumsrecht) und dafür auch noch bezahlen? NEIN, NEIN. Mit den freiwilligen Adhäsionsmilliarden haben wir den guten Willen bezeugt, erst noch durch Volksabstimmungen bestätigt. Welches andere Mitgliedsland der EU tat das ebenfalls? Ich erwarte von der Redaktion hier eine absolut saubere, neutrale Berichterstattung, auch ohne polemische Bilder. Ich weiss, dass diese Publikation über das EDA finanziert ist. Aber das soll keinen Kniefall bedeuten. Denn die Finanzierung auch des EDA erfolgt über die Bürger und Steuerzahler. Der wahre Auftraggeber des Parlaments und der Regierung.

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    Margrit Keller New Zealand 17.04.2025 At 02:39

    Switzerland must keep their independence,don’t get dictated by the EU commission how to run your country. The EU is a bloated bureaucracy that is destroying/banning politicians elected by the people.

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    Redaktion "Schweizer Revue" 16.04.2025 At 09:49

    Liebe Leserinnen und Leser


    Wir erhalten derzeit vermehrt Zuschriften, in denen der Redaktion in teilweise beleidigender Weise unterstellt wird, sie mache Propaganda für einen EU-Beitritt der Schweiz . Wir veröffentlichen diese Kommentare nicht.


    Denn ein Beitritt der Schweiz in die EU steht in keiner Weise zur Debatte. Aber die Schweiz muss sich derzeit überlegen, wie sie ihre nachbarschaftlichen Beziehungen zur EU regeln will - oder eben nicht. Vor diesem Hintergrund ist der Vorwurf, die „Schweizer Revue“ betreibe Propaganda für die EU, absurd: Als Redaktion wollen wir lediglich aufzeigen, dass die EU-Frage in der Schweiz kontrovers und engagiert diskutiert wird.


    Marc Lettau, Chefredaktor der “Schweizer Revue”


    * * * * * *


    Chères lectrices, chers lecteurs


    Nous recevons actuellement de plus en plus de courriers qui insinuent, parfois de manière insultante, que la rédaction fait de la propagande pour une entrée de la Suisse dans l'UE. Nous ne publions pas ces commentaires.


    En effet, une entrée de la Suisse dans l'UE n'est en aucun cas à l'ordre du jour. Mais la Suisse doit réfléchir à la manière dont elle veut régler ses relations avec l'UE - ou pas. Dans ce contexte, le reproche fait à la « Revue Suisse » de faire de la propagande au service de l'UE est absurde: en tant que rédaction, nous voulons simplement montrer que la question de l'UE fait l'objet d'un débat controversé et engagé en Suisse.


    Marc Lettau, rédacteur en chef de la "Revue Suisse"

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      Katrin Neuenschwander, Gran Canaris 18.04.2025 At 11:38

      Der Beitrag von Dir, lieber Marc, bringts auf den Punkt: Die Nachbarschaft zur EU muss gepflegt und verstärkt werden. Claro!

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      Arye-Isaac Ophir, Israel 20.04.2025 At 08:36

      Dle Leitbild-Karrikatur sagt allerdings das Gegenteil, nämlich die Schweiz als Parasit. Total unpassend, Wirklichkeit verzerrend. DAS Parasitentum ist derweil nach wie vor das EU Politsyndikat.

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    Caspar Pfenninger, Kanada 15.04.2025 At 08:52

    Beitritt der Schweiz in die EU? Auf keinen Fall! Wir haben in der Schweiz keinen Platz für die sich bereichernden Eliten aus Brüssel. Ende der Fahnenstange.

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      Margrit Keller, New Zealand 17.04.2025 At 02:40

      Totally agree with your comment

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      Thomas Rettenmund, Sao Miguel, Azoren 17.04.2025 At 10:24

      Um präzise zu bleiben. Dieses Vertagswerk ist keine Beitrittserklärung. Aber eine unterwürfige Postition zur EU-Bürokratie. Und zu einer EU, die sich aktell im Verfallsprozess befindet. - Eine Rückbesinnung auf die Römer-Verträge ist nicht zu erwarten, was das eigentliche Ziel der Brüsseler Organisation war. Eine Bürokratie, notabene niemals gewählt, hat Kompetenzen an sich gerissen, die nur die Staaten selbst haben dürfen. Was mischt sich eine Frau Ursula van der Leyen in militärische Auseinandersetzung ein, mit welcher Legitimität? Woher hat die EU-Kommission ein gesetzliches Mandat?

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    Jean-Jacques Marchand, France 14.04.2025 At 10:38

    Il faut cesser immédiatement ces pseudo tractations avec l'UE, tant cette dernière est néfaste. Quelques exemples seulement: Hydro-électricité: l'UE veut faire vendre les barrages au privé.
    Voitures électriques (catastrophes naturelles et humaines, particulièrement en Afrique): l'UE à l'origine de la mort de l'industrie européenne. Dépenses pharaoniques inutiles, tels les 24 millions de CHF alloué à la politique nataliste de la Turquie!
    L'UE complice avec des armateurs esclavagistes. Coût du Parlement UE: ~ 2.3 milliards CHF annuels pour 720 députés. Faîtes le calcul.
    Les lobbyistes ont pris la main sur les parlementaires. NON à l'UE!

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      Thomas Rettenmund, Sao Miguel, Azoren 17.04.2025 At 10:18
      Je partage entièrement cet avis. Je précise toutefois qu'il ne s'agit pas d'une adhésion à l'UE, mais bien d'un traité de soumission. Il faut s'y opposer si nous accordons de l'importance aux droits populaires tels que les droits d'initiative et de référendum. Ceux-ci constituent le pilier central de la démocratie directe, auquel nous ne devons jamais renoncer. Même si les partisans affirment que des tribunaux paritaires statueraient sur les cas litigieux, ce n'est pas vrai : c'est l'UE qui a le dernier mot, puisqu'elle menace de sanctions. Il suffit de voir la situation actuelle de la Hongrie, pour ne citer qu'un exemple.
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    Jean-Pierre Brandt, France 14.04.2025 At 09:40

    Cette dictature qu'est l'UE n'apporte de rien de bon. La Suisse n'est bonne qu'à courber l'échine et à payer des sommes colossales car elle est considérée comme "riche". On devra reprendre telles quelles les lois et le droit européens? Et notre démocratie, notre souveraineté? Qui sont déjà moribondes. Qu'à apporter l'ouverture des frontières? Est-ce que vous laissez votre logement ouvert lors que vous sortez? Les bandes d'Annemasse, de Lyon, voir de Marseille sont contentes, pour elles la Suisse est un supermarché en libre service. La libre circulation, le bon gag, lorsqu'une entreprise étrangère veut venir pour une mission en Suisse, on lui tamponne son permis, quand une entreprise suisse vient en France, il lui faut une assurance française, une fiduciaire française, etc.... Je connais des entreprises suisses qui ont refusé de venir faire des travaux chez moi à cause de ces raisons, alors que je suis à 5km de la frontière. La libre circulation de personnes.... le bon gag, j'ai des ancêtres qui habitaient en France, il y a plus de 100 ans, donc bien avant cette UE. Et les italiens, espagnols et portugais qui sont venus en Suisse dans les années 60, ils ont eu besoin de la libre circulation? Vivement que l'UE implose

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    Flor Küng, Espana 13.04.2025 At 21:20

    En este momento donde la UE está mal gestionada es el peor momento para unirse a la UE. Me parece que hay que esperar, ya que Europa está en su mayor crisis política y económica y ni hablar de las libertades. Gracias.

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