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  • Literatura

Ella Maillart | Su patria eran el mar y las vastas extensiones de Asia

04.11.2015 – Charles Linsmayer

Muchísimos lectores de Ella Maillart viajaron con ella por todo el mundo a través de sus libros.

“Si no navegaba o esquiaba, me sentía perdida, como si sólo viviera a medias.” Esto es perfectamente comprensible cuando se sabe que Ella Maillart, nacida el 20 de febrero de 1903 en Ginebra, hija de un peletero y una deportista danesa, destacó en ambas disciplinas. A los veinte años navegó con su amiga “Miette” de Saussure a bordo del “Perlette” frente a las costas de Cannes, antes de viajar a las islas griegas a bordo del velero tipo yola “Bonita” y enrolarse como marinera para trabajar veranos enteros en yates británicos. Sin embargo, fue la práctica libre en su yola monoplaza la que le permitió representar a Suiza en los Juegos Olímpicos de 1924. También como esquiadora figuró entre las mejores: entre 1931 y 1934 compitió por Suiza en cuatro campeonatos mundiales.

El viaje, un intenso estilo de vida

No obstante, hacía ya tiempo que Ella Maillart había descubierto los viajes como un intenso estilo de vida. Vivía en Berlín cuando, en 1929, la viuda de Jack London le regaló 50 dólares. Con esta suma partió a Rusia para ver con sus propios ojos qué había aportado la Revolución a la gente. A su regreso, seis meses más tarde, el editor Charles Fasquelle le pidió que escribiera una crónica de su viaje. “Odio escribir”, le respondió ella y el editor replicó “¡Qué gran oportunidad entonces!”. En 1932, “Parmi la jeunesse russe”, el informe fresco y espontáneo de la joven, se convirtió en un best seller: para París, un éxito; para Ginebra, un escándalo. Pero para la propia Ella Maillart marcó su debut como una de las cronistas de viajes más leídas de la época.

En ese mismo año comenzó el viaje por el Turquestán y Kirguistán a los picos de siete mil metros de altura de Tian Shan, cuya descripción publicó en 1938 en su libro “Turkestan solo”. En 1935, en plena guerra civil china, recorrió junto con Peter Fleming toda China y la India por caminos prohibidos para los europeos. Su crónica apareció en 1937, con el título de “Oasis prohibidos” (“Oasis interdites”, título original en francés). Fleming ya había descrito la travesía en 1936 en “News from Tartary”, donde dice sobre el papel de su compañera: “Ambos sabíamos que ella era, por así decirlo, el mejor hombre”.

En 1937 viajó a la India cruzando Turquía, Irán y Afganistán, travesía de la que informó en 1938 en una gira de conferencias. En esa época conoció a Annemarie Schwarzenbach a quien convenció para hacer con ella este mismo viaje en coche. La travesía en el Ford Roadster en 1939 fue para Ella Maillart el viaje más difícil de su vida: fracasó estrepitosamente en su estrategia de apartar a su compañera de viaje de su adicción a las drogas. En Kabul la mandó de regreso y, sola, viajó a la India donde permaneció durante la guerra y, en un ashram, indagó sobre “las regiones inexploradas de su propia mente”. Escribió sobre este viaje a Kabul en 1948, en “El camino cruel”, en el que aparece su amiga, entretanto fallecida, con el nombre de Christina.

En 1946 regresó a Suiza, donde decidió asentarse. En el pueblo de Chandolin, en el cantón del Valais, a 2.000 metros de altura, mandó construir el chalé “Atchala” donde vivió hasta su muerte, el 27 de marzo de 1997. Siguió viajando por todo el mundo mientras pudo: en 1951 vivió en Nepal, donde surgió su libro “The Land of the Sherpas”, y de 1957 a 1987 ayudó como guía de viajes a muchísimas personas a conocer Asia. “Planteaos siempre esta pregunta: ‘¿quién soy?’ – recomendaba a sus compañeros de viaje –. Y en la búsqueda incansable sabréis que vosotros mismos sois la luz de la percepción.”

Charles Linsmayer es filólogo especializado en literatura y periodista en Zúrich.

 “En la India, me encontraba en el umbral de un viaje totalmente diferente, que me llevaría hacia una vida plena y armoniosa, que era lo que yo buscaba instintivamente. Para emprender este viaje, tuve primero que conocer las regiones inexploradas de mi propia mente. Y este trabajo es tan vasto como la vida misma, pues comprende la indagación en nuestro ser físico, mental, afectivo y espiritual.”

tomado de “Croisières et caravanes”

1950

Bibliografía: En la editorial Lenos están disponibles las ediciones en alemán de sus obras Auf kühner Reise, Der bittere Weg y Verbotene Reise.
 

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