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“Protección climática insuficiente”: las abuelitas denuncian a Suiza ante los tribunales

08.12.2023 – Susanne Wenger

Una asociación de mujeres mayores llamada “KlimaSeniorinnen” ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para que Suiza se comprometa a tomar medidas más drásticas contra el calentamiento global. Visitamos a su Copresidenta Rosmarie Wydler-Wälti, una abuelita rebelde de 73 años.

La entrevista transcurre en un barrio residencial de Basilea, un muy caluroso día de otoño. La activista climática que nos recibe amablemente en su domicilio tiene el pelo cano y lleva medio siglo comprometiéndose por el medioambiente: Rosmarie Wydler-Wälti, maestra de guardería jubilada y asesora parental, abuela de ocho nietos. Ella y sus compañeras de lucha han demandado al Gobierno suizo porque consideran que no hace lo suficiente para luchar contra el calentamiento global. Esto viola sus derechos, afirman, y con ello están dando un nuevo giro al debate climático.

“La casa es mi único pecado climático. Es demasiado grande para dos personas”. Rosmarie Wydler-Wälti en su jardín de Basilea Foto Keystone

Desde el salón de la casa unifamiliar en la que vive con su marido se ve un pequeño jardín. En un sofá se apilan libros sobre la crisis climática. Uno de ellos lleva por título How Women Can Save the Planet. “La casa es mi único pecado climático”, confiesa enseguida. “Es demasiado grande para dos personas, aunque cuenta con paneles solares”. Rosmarie siempre se ha esforzado por vivir de forma sostenible: solo compra lo necesario, hace siglos que no toma un avión y guarda “cada cordel, cada bolsita”. Reciclar en vez de desechar: así lo aprendió de sus padres, dice.

¿Está obligado el Estado a protegernos?

Cuando sus hijos eran pequeños, Rosmarie ya participaba en el movimiento ecologista y feminista. También quedó marcada por el “traumático” año de 1986, con el desastre nuclear de Chernóbil y el gran incendio químico en Schweizerhalle, cerca de Basilea. “Los niños no podían salir, porque no sabíamos si el aire era tóxico”, recuerda. Rosmarie nunca ostentó ningún cargo político ni está afiliada a ningún partido. Pero cuando en 2016 se fundó la asociación “KlimaSeniorinnen” por iniciativa de la organización ecologista Greenpeace, Rosmarie se ofreció de inmediato para ocupar la copresidencia; la comparte con la ginebrina Anne Mahrer, de 75 años, quien fuera Consejera Nacional de los Verdes.

“La casa es mi único pecado climático. Es demasiado grande para dos personas”.

Rosmarie Wydler-Wälti

Hoy, la asociación cuenta con unos 2 500 miembros, todas ellas mujeres de 64 a 90 años y más, unidas por la convicción de que Suiza debe hacer más para reducir los gases de efecto invernadero y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París sobre el Clima. Las jubiladas invocan la Constitución y la Convención Europea de Derechos Humanos. El Estado tiene un deber preventivo de protección, argumentan, y debe garantizar el derecho a la vida. Las olas de calor causadas por el calentamiento global, cada vez más frecuentes e intensas, representan una amenaza; y están provocando más enfermedades y un aumento de la mortalidad entre las personas mayores, especialmente las mujeres.

Mortíferas olas de calor

Existen pruebas estadísticas de que las mujeres mayores son más vulnerables al calor. Según un estudio reciente del Instituto Tropical y de Salud Pública Suizo, encargado por las Oficinas Federales de Salud Publica y Medio Ambiente, en el caluroso verano de 2022 Suiza registró 474 muertes relacionadas con el calor, todas ellas entre personas mayores de 75 años, el 60 % de las cuales eran mujeres. En otros términos, la mortalidad global relacionada con el calor fue mayor entre las mujeres de este grupo de edad que entre los hombres. Pero también hay razones tácticas por las cuales la asociación solo acepta mujeres en sus filas: “Esto nos permite alegar que somos la parte afectada”, afirma Rosmarie Wydler-Wälti.

La asociación acudió a las instancias nacionales y perdió tres veces: ante el Departamento de Medio Ambiente, el Tribunal Administrativo Federal y el Tribunal Supremo Federal. Este último dictaminó que sus derechos no se habían visto suficientemente afectados. En 2020 decidieron acudir a Estrasburgo: la asociación, junto con cuatro mujeres independientes, interpuso una demanda contra Suiza ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En marzo de este año, un panel de 17 jueces las escuchó en audiencia pública. Tanto los abogados de las demandantes como los representantes del Gobierno suizo expusieron sus argumentos. Entre otras cosas, la Suiza oficial alegó que la protección climática no un asunto de los tribunales, sino una tarea compleja que incumbe a los políticos.

“Ya hemos perdido mucho tiempo”

Rosmarie Wydler-Wälti, presente en la sala de audiencias, tuvo la impresión de que “por primera vez se nos tomaba en serio”. Es más, el caso de las “abuelitas suizas” podría sentar un precedente para los Estados del Consejo de Europa, del que Suiza es miembro desde 1963. Porque es la primera vez que el Tribunal de Estrasburgo examina un posible vínculo entre la protección climática y los derechos humanos. Pero ¿por qué estas mujeres no intentan lograr mayorías por la vía democrática en su país, como ocurrió este año, cuando los electores aprobaron una nueva ley sobre el clima?

“Ya hemos perdido mucho tiempo”, replica la Copresidenta, quien opina que ahora deben emprenderse todas las acciones legales a su alcance: en las elecciones, en las manifestaciones y ante los tribunales… No faltan quienes insinúan que las “abuelas” están siendo manipuladas por Greenpeace. Rosmarie Wydler-Wälti considera que se trata de un cliché despectivo en torno a las personas mayores. “Nosotras colaboramos con Greenpeace, explica; además, esta organización financia nuestra representación ante la justicia”. Eso sí: “KlimaSeniorinnen”, que reúne numerosas aptitudes y es fruto de una larga experiencia y un compromiso de por vida, sigue siendo una asociación independiente.

Solidaridad con los jóvenes

Desde que llevaron su caso ante el TEDH, las “Klimaseniorinnen” han dado mucho que hablar. Las opiniones son dispares: mientras que algunos alaban su valentía y perseverancia, otros les sugieren que se limiten a cuidar de sus nietos. En un e-mail anónimo, alguien les escribió que en tiempos pasados las mujeres como ellas eran condenadas a la hoguera. “Que me comparen con una bruja es un cumplido”, opina Rosmarie, “porque eran mujeres fuertes”. El veredicto de Estrasburgo no se espera antes del año 2024. Mientras tanto, las “abuelas por el clima” dan conferencias, organizan eventos y responden a las preguntas de los medios de comunicación de todo el mundo. Hasta Al-Jazeera y el New York Times han informado sobre ellas.

Un día después de nuestra visita, la Copresidenta volvió a tomar el tren a Estrasburgo. Las abuelas activistas no tardaron en expresar su solidaridad con otra demanda climática interpuesta ante el TEDH: la habían presentado seis jóvenes portugueses, quienes demandaban a 32 países europeos, entre ellos a Suiza. Jóvenes y mayores unidos por la protección del clima: para Rosmarie Wydler-Wälti es esencial la solidaridad intergeneracional: “Si prospera nuestra demanda, saldremos beneficiados todos”.

Enlace a la audiencia en Estrasburgo del 29 de marzo de 2023: revue.link/hearing

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Comentarios :

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    Wolfgang Rehfus, New Zealand 13.01.2024 At 03:39

    Congratulations and many thanks to all Senior Women for Climate Protection Switzerland and thanks also to Greenpeace for covering their legal costs. 

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  • user
    Philippe Stutz, France 03.01.2024 At 10:19

    J'ai beaucoup de respect pour nos Ainées qui mènent ce combat. Je suis cependant sceptique quant à sa finalité. En effet, si leur recours aboutit, l'Etat devra payer des indemnités à l'association. Le reproche à l'Etat de ne pas en faire assez pour le climat, sera toujours valable, quelque soit les mesures engagées, car ce n'est pas quantifiable. On sait que la problématique est complexe et ces dames ont le mérite de faire entendre leur voix et participer à la prise de conscience. Connaissant les sommes engagées dans les actions en justice, ne serait ce pas plus utile d'utiliser cet argent pour une action plus concrète ? Par exemple, Bertrand PICARD a listé toutes les actions a mener pour avoir un transport aérien plus vert, en faisant pression sur les compagnies aériennes et les aéroports. Ces jets privés qui font des voyages à vide pour aller chercher leurs clients, car ces derniers ne daignent pas se rendre, en voiture, à l'aéroport du départ... Dernière choses, si on constate plus de décès dus à la chaleur, chez les femmes de plus de 75 ans que chez les hommes, n'est pas parce qu'elles sont plus nombreuses dans cette tranche d'âge ?

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    Magda Gonzalez, Colombia 16.12.2023 At 00:55

    Adelante valientes mujeres. Vuestro trabajo tendrá que dar sus frutos. No decaigan. Las generaciones futuras os lo agradecerán.

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    A. Heggli, USA 15.12.2023 At 23:04

    Yes, Trading CO2 credits is a fake shell game, an elaborate scheme to separate hard working citizens from their tax money - and where does the citizens' tax money go? Into the ether along with the CO2? More likely it goes into the off shore, tax sheltered bank accounts of multi-national corporations. But the young will be the ones to pay for it when they are made to stay in their tiny box home and never go out of their WEF/EU/UN approved 15 minute city, never travel the world, never take a plane flight (the granny in the story has already had her fun, she has lived her life, but she is going to make sure that her grandchildren never are able to have such experiences) - as to do so could maybe, in thousands of years, cause the climate to change by a degree. Somehow the Swiss have forgotten that Switzerland was a warm swamp in the past. Has it been a while - maybe it's time to visit the Gletscher Garten again?

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    Elizabeth Bischof, Bahrain 15.12.2023 At 16:57

    Well done grannies... that is your role... leaving the world better than you found... and also, you were part and the cause for this bad situation. *Good thing rather late*

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    Adnane Ben Chaabane, Tunis 14.12.2023 At 22:27
    Et dire que la Suisse vient de signer deux conventions avec deux pays, pour financer la réduction, dans ces pays, de la production de CO2. En contrepartie la Suisse s'occtroit le droit de profiter du deficit en CO2 de ces pays pour en produire plus chez elle.
    Drole de comportement, d'une part, on envoie les déchets nucléaires dans d'autres pays pour y être enterrés (par forcément la Suisse ni ces deux pays) et d'autre part on pousse ces pays à réduire leur production de CO2 pour en profiter pour leur propre compte.
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    Jean-Stephan Clerc, Pérou 14.12.2023 At 14:56

    Félicitations. J'adhère totalement aux actions entreprises par cette association.

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    Bernhard Nater, Deutschland 11.12.2023 At 13:01

    Hut ab! Und alle Achtung für diese Leistung der Seniorinnen in der Schweiz. Zitat: "Die offizielle Schweiz stellte sich unter anderem auf den Standpunkt, Klimaschutz sei eine komplexe Aufgabe der Politik, keine Gerichtssache." Genau das trifft nicht den Punkt: Diese Seniorinnen klagen ja nicht wegen dem Klimaschutz (!!!) sondern, weil die Regierung ZU WENIG UNTERNIMMT in dieser Sache. Die Klage richtet sich also gegen die verantwortlichen Menschen der EXEKUTIVE! Gut so, wer nicht freiwillig seinen gesetzlichen Verpflichtungen nachkommt, den muss man halt dazu zwingen!... und wenn's nicht mehr anders geht, dann halt mit dem EGMR! Genau dazu ist der ja da!

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