La escalera paralela a la línea del funicular del Niesen, en el Oberland bernés, tiene más de 11 000 escalones. Es la escalera más larga del mundo. Aunque este récord podría hacer de ella un gran atractivo turístico, en realidad no es accesible al público. La fascinación por el Niesen se remonta al siglo XVIII.
¿Más alto, más apartado, más rápido, más bonito? En busca de los récords suizos más originales. Hoy: la escalera del Niesen, la más larga del mundo (11 674 peldaños).
El pequeño funicular rojo del Niesen, como otros de su clase, se aferra a la ladera de la montaña para emprender el empinado ascenso a la cumbre del Niesen (2 362 m) en el Oberland bernés, una de las atracciones turísticas más importantes de Suiza desde el siglo XIX. El recorrido se divide en dos tramos y discurre casi en línea recta. Lo mismo ocurre con la escalera que sube junto al funicular. Con sus 11 674 peldaños, es la escalera más larga del mundo, lo que podría hacer de ella un gran atractivo turístico. Pero en realidad, de los 84 000 visitantes en promedio que año tras año ascienden al Niesen, muy pocos llegan a sudar de camino a la cima: basta con que se agarren firmemente a su asiento mientras van subiendo. Atrás han quedado los tiempos en que los turistas llegaban a la cima en mulas o, si eran lo bastante ricos, en sillas de mano. Y a partir de 1856, los visitantes pudieron pernoctar en el refugio, construido en la cumbre más de cincuenta años antes de que se inaugurara el funicular.
La escalera más larga del mundo, con nada menos que 11 674 peldaños, corre paralela a la vía del funicular. Foto Stéphane Herzog
El acceso a la famosa escalera está reservado a una pequeña élite deportiva que se reúne cada mes de junio para conquistar los peldaños de metal y piedra del funicular, superando un desnivel de 1 669 metros y una pendiente del 68 %. A diferencia de un sendero alpino, el esfuerzo aquí es agotador. El récord de velocidad es de unos escasos 56 minutos: en este lapso de tiempo, un excursionista entrenado puede ascender un máximo de 500 metros, pero en ningún caso los 1 600 metros del Niesen. Fuera de esta competición, las escaleras son una simple vía de servicio. Deben estar accesibles durante todo el año, incluso en invierno. “Está prohibido subir las escaleras sin autorización” bajo pena de multa, recuerda la sociedad anónima Niesenbahn. Sin embargo, se hacen excepciones: un abono de 490 francos permite recorrer las escaleras entre las tres y las siete de la madrugada, duchas y descenso incluidos. Pero pocos son los que usan este servicio. El autor de estas líneas intentó subir las escaleras de noche desde la estación intermedia hasta la cima, pero no lo consiguió. “No buscamos más publicidad para las escaleras del Niesen”, le explicó Urs Wohler, Director de Niesenbahn.
Contemplando la salida de la luna sobre los Alpes
Por lo tanto, nuestro reportero decidió abordar el funicular. Desde la cima, la vista de los Alpes berneses y los lagos de Thun y Brienz es impresionante. A lo lejos se divisa la parte italiana de las Grandes Jorasses. En un día despejado, también pueden verse los Vosgos y la Selva Negra, comenta entusiasmado el escritor, periodista y alpinista bernés Daniel Anker. La excursión continúa con un pequeño refrigerio en albergue “Berghaus Niesen Kulm”, donde uno puede pernoctar en una de las acogedoras habitaciones con paneles de madera: una oportunidad única de contemplar la salida de la luna sobre los Alpes berneses. Con sus paisajes de montaña y su bello entorno natural, el Niesen ofrece todo lo que puede anhelar un turista en Suiza. Esta montaña es un destino atractivo desde hace mucho tiempo, como revela una guía de viajes publicada en 1793 por el geólogo alemán Johann Gottfried Ebel. La obra dedica nada menos que cuatro páginas del índice al Niesen, frente a solo una página y media al Titlis (Uri), recalca Daniel Anker. “El Niesen es una de las primeras cumbres suizas descritas en la literatura”, añade este alpinista de 71 años de edad.
¿Cómo explicar este éxito? “Su forma, que se parece a un dibujo hecho por un niño, es perfecta. Recuerda las pirámides de Guiza”, continúa. Por la tarde, su sombra triangular se refleja en el lago de Thun, añadiendo un toque mágico al panorama. Debido a sus características especiales, la “Pirámide Suiza”, como también se le conoce a la montaña, atrajo a numerosos artistas, entre ellos a Ferdinand Hodler y Paul Klee. La montaña también ha servido de motivo para numerosos grabados, lo que ha asegurado su fama mundial. Este éxito también tiene una explicación práctica: el Niesen se puede observar fácilmente desde Thun, por ejemplo, mientras que otros picos perfectos, como la Dent Blanche (Valais), no pueden verse desde el valle. Además, la ruta de Berna al Oberland es también la línea ferroviaria turística más antigua de Suiza. “Antes de que se construyera el ferrocarril, la gente viajaba al Niesen en carruaje”, afirma Anker, quien ha escrito monografías sobre los picos más altos de Suiza. Hoy en día, el trayecto de Berna a la cumbre se efectúa en menos de hora y media.
Parapentes hasta donde alcanza la vista
¿Qué se puede hacer en la cima del Niesen? Pues, se puede, por ejemplo, bajar por su cresta occidental para observar el despegue de los parapentistas. “Esta cumbre es uno de los puntos de despegue más bonitos de la región”, comenta entusiasmado Ruedi Thomi, de Berna. Él mismo es piloto de biplaza y uno de los pioneros del parapente en los años ochenta. Hoy ha venido aquí a hacer un salto hacia su casa, a ocho kilómetros en línea recta. No muy lejos, nos encontramos con una joven sentada en un banco, absorta en una novela. “Tenía muchas ganas de visitar la pirámide suiza y ahora me pregunto por qué diablos vivo en Basilea”, nos cuenta riendo. Por el pequeño camino pavimentado que conduce de la terminal del funicular a la cima nos cruzamos con una joven asiática que agarra con nerviosismo el pasamanos. Lógico: ¡estamos en la montaña, rodeados de precipicios! Más arriba, unos argentinos disfrutan de las vistas mientras beben un mate a sorbitos. Sin embargo, en este día de mayo, la mayoría de los turistas son suizos, que conforman el 95 % de los visitantes.
El Niesen siempre ha inspirado a los artistas. El pintor simbolista Ferdinand Hodler (1853-1918), por ejemplo, inmortalizó varias veces esta “montaña perfecta”. Foto Keystone
Subiendo a escondidas
Descendemos a pie hasta la estación intermedia de Schwandegg, situada unos 700 metros más abajo. La caminata nos permite aproximarnos a las célebres escaleras; oímos un débil sonido metálico: el traqueteo de los cables del teleférico. En este instante, un joven se lanza hacia nosotros como una locomotora. Se llama Michaël Meyer y trabaja como carnicero en Thun. Este corredor ya está haciendo su tercer ascenso en esta jornada. Quiere conseguir un récord: realizar 186 ascensos al Niesen entre abril y octubre, cuando los senderos son transitables. ¿Y la carrera de las escaleras? Michaël trabaja como voluntario para esta competición, que se organiza una vez al año en el mes de junio. Pero escalar 11 000 peldaños no es lo suyo. Prefiere los senderos. “No es bueno para la salud subir tantas escaleras”, explica, al tiempo que menciona su anterior etapa laboral como agente de seguridad, un trabajo en el que la rutina lo obligaba a subir centenares de escalones cada día. El joven saca su portátil para enseñarnos imágenes de gamuzas. Aquí vive una rica fauna: linces, águilas, quebrantahuesos, buitres leonados y gallos lira. En cambio, no hay íbices, aunque en 2006 se puso en marcha un programa para reintroducir esta especie en la región del Niesen, con el propósito de “hacer la región más atractiva para el turismo”.
Entre los bípedos distinguimos a algunos deportistas que suben las escaleras a escondidas. En sus recorridos matutinos por la montaña, Michaël observa de vez en cuando a estos escaladores. Sin embargo, como informa el Berner Zeitung, siempre son captados por las cámaras del funicular del Niesen –y luego interceptados en la cumbre–.
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Erna Lockhart, Australien 23.07.2025 At 03:38
Dieser Artikel brachte wunderbare Erinnerungen zurück! Ich kam von Australia, machte Ferien in der Umgebung und wir sind auf den Niesen gelaufen. Ich war damals 70 Jahre alt, es war sehr anstrengend, fast zu schwer für mich. But the effort was worth it, so beautiful, it is a memory I keep in my heart but will not repeat…
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Comentarios :
Dieser Artikel brachte wunderbare Erinnerungen zurück! Ich kam von Australia, machte Ferien in der Umgebung und wir sind auf den Niesen gelaufen. Ich war damals 70 Jahre alt, es war sehr anstrengend, fast zu schwer für mich. But the effort was worth it, so beautiful, it is a memory I keep in my heart but will not repeat…