¿Se suprimirá el controvertido impuesto para los propietarios de viviendas?
18.07.2025 – Theodora Peter
En Suiza, quienes habitan en una vivienda propia deben pagar un impuesto: el controvertido impuesto sobre el valor del alquiler. Ahora se pretende suprimirlo, siempre y cuando la población y los cantones aprueben una enmienda constitucional.
El Eigenmietwert, o valor del alquiler, vigente en el sistema fiscal suizo, es único a nivel mundial. Se aplica a cualquier persona que haya comprado una casa o un apartamento y viva en él, porque el Estado considera que el valor de esta vivienda exenta de alquiler es un tipo de “renta en especie” que debe gravarse por motivos de equidad fiscal. Sin embargo, los afectados consideran injusto tener que pagar por el uso de sus propias cuatro paredes. La Asociación de Propietarios de Viviendas (APF) tilda incluso el valor del alquiler de “impuesto ficticio”.
En todo caso, el valor de alquiler calculado por las autoridades suele ser significativamente inferior al precio de mercado que podría obtenerse si la propiedad se alquilara. Además, el Gobierno otorga facilidades a los propietarios en materia de deducciones fiscales: pueden deducir de sus impuestos tanto los intereses hipotecarios, como los gastos de mantenimiento de la propiedad.
Si bien el valor del alquiler ha sido durante décadas una manzana de la discordia en el ámbito político, todos los intentos de abolirlo han fracasado hasta ahora, tanto en el Parlamento como en las urnas. En 2012, los votantes rechazaron la iniciativa “Vivienda segura en la vejez”, de la APF. Sus promotores deseaban eximir a los jubilados de dicho impuesto, ya que estos a menudo no pueden beneficiarse de deducciones fiscales en la vejez y acaban pagando más impuestos. Sin embargo, la mayoría del pueblo y de los cantones no quiso saber nada de tal privilegio para los pensionistas.
Un nuevo intento de cambiar el sistema
Ahora, el Parlamento pretende introducir un cambio fundamental para todos: no solo quiere que desaparezca el impopular valor del alquiler, sino también las deducciones fiscales que lo acompañan. Sin embargo, esto obligaría al Estado a renunciar a un total de hasta 1 800 millones de francos por concepto de ingresos fiscales. Este cálculo se basa en los bajos tipos de interés hipotecario actuales, de un 1,5 % en promedio. Si los tipos de interés fueran más altos, las pérdidas fiscales serían menores: con un 2,8 %, la reforma no acarrearía costes.
Las pérdidas para las arcas del Estado son la principal razón por la que la izquierda se opone a este cambio: argumenta que si el Estado dispone de menos recursos, toda la población tendrá que pagar la factura.
También se oponen las regiones turísticas, ya que el valor del alquiler no solo se suprimiría para las viviendas principales, sino también para las segundas residencias. Tan solo para los cantones de los Grisones y Valais, que cuentan con muchos departamentos de vacaciones, la supresión del valor del alquiler supondría una pérdida de entre 120 y 140 millones de francos anuales. Para compensar esta pérdida, el Parlamento quiere autorizar a los cantones a introducir el llamado impuesto sobre bienes inmuebles de segunda residencia. Pero esto requiere una enmienda de la Constitución Federal, que se someterá a votación el 28 de septiembre (véase recuadro).
La Quinta Suiza apenas se vería afectada
El sector de la construcción también se muestra escéptico: carpinteros, fontaneros y pintores temen una posible disminución en la demanda de sus servicios si los propietarios de viviendas ya no pueden deducir los gastos de mantenimiento de sus impuestos, como es el caso hasta ahora. Por la misma razón, los bancos muestran poco interés en suprimir el valor del alquiler, ya que con el sistema actual los propietarios no tienen ningún incentivo para saldar su deuda hipotecaria.
Las suizas y suizos residentes en el extranjero solo se verían afectados por el cambio de sistema en caso de poseer un inmueble en Suiza que utilicen como segunda residencia, por ejemplo, para pasar sus vacaciones.
El cambio de sistema provocaría pérdidas de recaudación fiscal por valor de hasta 1 800 millones de francos.
Las votaciones del 28 de septiembre de un vistazo
Impuesto sobre segundas residencias: Se propone otorgar a los cantones la facultad de aplicar un impuesto propio a las segundas residencias, con objeto de compensar la supresión del valor del alquiler, que conlleva pérdidas fiscales. Para ello es necesaria una enmienda constitucional, que deben aprobar el pueblo y los cantones. El proyecto está vinculado a un cambio en el sistema impositivo de la propiedad residencial para uso personal y afecta a todas las personas que habitan en Suiza en una vivienda propia o que pasan allí sus vacaciones (véase el texto principal).
Identidad electrónica: Suiza da un paso más hacia la introducción de la identidad electrónica (e-ID). Esta será gratuita y opcional: no sustituirá a los actuales documentos de identidad y pasaportes. La infraestructura tecnológica correrá a cargo del Estado, ya que la opción privada fue rechazada en las urnas en 2021, por motivos de seguridad. Sin embargo, los opositores también desconfían de la nueva solución y han lanzado un referendo, por lo que el electorado tendrá una vez más la última palabra. Leer más
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