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Abuelas que retan a Suiza

El Consejo Federal allana el terreno para la construcción de nuevas centrales nucleares, “Panorama Suizo” 6/2024 (Al artículo)
¿Cómo se atreven esos traidores del Consejo Federal a ignorar la voz del pueblo? El Parlamento debe detener a toda costa esa deriva muy peligrosa. En Suiza, aún decide el pueblo, o mejor dicho, la mayoría de los electores.
Utilizar la radioactividad para reducir las emisiones de los combustibles fósiles es ridículo. Los materiales radioactivos son, de principio a fin, la forma más peligrosa, ineficiente y costosa de producir energía. Recuerden que también nos dijeron maravillas acerca de la fisión...
Utilizar la energía nuclear para generar electricidad no solo es lo correcto, sino que es también sensato y seguro. ¿Seguro? Sí, siempre y cuando se actúe de forma consecuente y se construyan las centrales con las debidas medidas de seguridad para evitar los riesgos y sin ahorrar en la construcción para obtener beneficios lo más pronto posible.
Las centrales nucleares no pueden ser aseguradas y, sin embargo, siguen operando. En caso de accidente grave, los daños no están cubiertos. El operador se queda con los beneficios y lo demás, como el almacenamiento final de los residuos nucleares, corre a cargo de las futuras generaciones. Una central nuclear solo resulta económicamente atractiva cuando gran parte de los costes corren a cargo de los contribuyentes. Se están ignorando los costes y los problemas a los que se enfrentarán las generaciones futuras con el almacenamiento final. El uso de la energía nuclear inmoviliza cuantiosos fondos que se necesitarían urgentemente para el desarrollo de fuentes de energía renovables.
En Suiza se enseña a los niños que no dejen tirada por ahí su basura; pero sigue sin haber un lugar donde almacenar los residuos nucleares. Trabajo en ciencias medioambientales y la situación (no el paradigma) es simple: hay un solo planeta Tierra, donde vivimos todos: ¡solo uno! No ensuciemos el nido de las futuras generaciones solamente para fabricar más armas o llenarnos más los bolsillos. Tenemos muchas otras tareas por delante para reparar los daños ocasionados por los combustibles fósiles.
Actualmente no hay ningún motivo para prescindir de la energía nuclear. De hecho, es esencial si queremos alcanzar nuestros objetivos climáticos. En la conferencia sobre el clima de Dubai, por ejemplo, el delegado de Estados Unidos para el clima, Kerry, afirmó que la producción de energía nuclear debe triplicarse si queremos alcanzar los objetivos climáticos.
Las centrales nucleares no producen CO2, pero sí radiactividad, y en cantidades muy elevadas. La radiactividad producida es el problema principal de la energía nuclear; todo lo demás son problemas subsecuentes (costes, almacenamiento final, riesgo, salud, etc.). Eso es algo que el Ministro de Energía Albert Rösti debería saber y sobre lo que debería informar a la población.
El hecho de que Suiza siga o no explotando centrales nucleares no cambiará nada: los residuos nucleares ya están ahí y seguirán estando ahí después de que las centrales nucleares dejen de funcionar. De hecho, siempre habrá una fuente de residuos nucleares procedentes de los sectores sanitario, industrial y militar. No entiendo este miedo a los residuos nucleares, que nunca han causado ni una sola muerte. Los residuos controlados, sellados e inertes en su forma cristalina son los más limpios que podemos imaginar. Muchos otros sectores producen residuos que no asustan a nadie; pero sus metales pesados se descomponen en vertederos o en contacto directo con el suelo y el aire, en plena naturaleza.
Creo que, en esencia, se trata más bien de prepararnos para una nueva votación. Como de costumbre, lo que se está ignorando en este debate es el consumo suntuario “normal” que hacemos en el ámbito privado y que depende de la energía. Al parecer, nadie pone el grito en el cielo por ello.
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