Mi trabajo: Siendo joven, seguí mi impulso interior de arriesgarme a salir de los caminos trillados para emprender una vida interesante, pero al mismo tiempo económicamente rentable. Es muy gratificante trabajar con productos naturales, como la canela, la pimienta, la vainilla y el clavo, así como aprender junto con los pequeños agricultores cómo se fabrican y transforman estos productos.
Mi Tanzania: Es un país enorme, que abarca distintas zonas climáticas. El entorno natural y las actividades al aire libre son muy atractivos. Salir de excursión el domingo a las prístinas playas de arena es una experiencia surrealista en comparación con las turbulencias de la vida cotidiana.
Mi Suiza: El lugar de nacimiento es uno de los pocos hechos determinantes en la vida sobre los que no tenemos ningún control. Por ello, debemos estar agradecidos de haber nacido en un país estable, seguro, pacífico y bien organizado. Sin embargo, en el extranjero se conocen también muchos modos de vida alternativos, que probablemente podrían brindar más satisfacción a algún que otro suizo.
Mi corazón: En Suiza, he participado por convicción en todas las elecciones o votaciones, lo que, por desgracia, no siempre consigo desde que vivo en el extranjero. Por ello, lamento que el voto electrónico tuviera que ser cancelado en mi cantón de origen hace unos años, tras comprobarse que había una brecha de seguridad.
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