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  • Política

Iniciativa para el futuro | ¿Deben los superricos pagarpor la protección del clima?

03.10.2025 – Theodora Peter

Cualquiera que herede más de 50 millones de francos debería pagar un impuesto destinado a la protección del clima. Esta es la propuesta presentada por la sección juvenil del PSS a través de su “Iniciativa para el futuro”, que se someterá a votación popular el 30 de noviembre de 2025. Esta demanda radical polariza la opinión pública suiza.

“Los superricos están destruyendo nuestro futuro: con sus jets privados, sus superyates y sus inversiones multimillonarias perjudiciales para el clima, emiten más CO2 en unas horas que nosotros en toda la vida”, escriben los Jóvenes Socialistas (JUSO). En primavera de 2024, la sección juvenil del PSS presentó la iniciativa popular “Por una política climática social, financiada mediante una fiscalidad equitativa (Iniciativa para el futuro)”. Esta iniciativa propone gravar con un impuesto adicional a los más ricos, bajo el lema “Make the rich pay for climate change”, es decir, “Que los ricos paguen por el cambio climático”.

Este impuesto se aplicaría a las herencias y donaciones superiores a los 50 millones de francos. Quien herede una cantidad menor no se vería afectado. En cambio, cualquier monto que exceda este límite sería gravado con un impuesto del 50 %, lo que implicaría que la mitad de la herencia iría a parar a las arcas del Estado. Los promotores esperan que esta medida genere un ingreso fiscal de hasta seis mil millones adicionales al año, cantidad que se destinaría a la “lucha socialmente justa contra la crisis climática” y a la “reestructuración de la economía en su conjunto”, plantea el texto de la iniciativa. 

Mirjam Hostetmann, Presidenta de JUSO, sostiene que para hacer frente al desafío climático se necesita la “participación equitativa de los superricos”. Foto Keystone

Lograr estos objetivos requerirá inversiones millonarias en los próximos años, explica la Presidenta de JUSO, Mirjam Hostetmann: “Sin la participación equitativa de los superricos, será la población la que acabará pagándolo todo”.

Empresarios amenazan con irse

Según un estudio de la Universidad de San Galo, la iniciativa afectaría a unos 2 900 contribuyentes en Suiza, que poseen un total de aproximadamente 560 000 millones de francos, lo equivalente al 20 % del total de bienes imponibles en Suiza. Los autores del estudio estiman que una parte de estas “personas muy adineradas” podrían abandonar Suiza para eludir el impuesto. En tal caso, la recaudación fiscal sería mucho menor: mil millones de francos anuales, como máximo.

Peter Spuhler, cuyo material rodante ferroviario goza de renombre mundial, es una figura destacada de la oposición; amenaza con abandonar Suiza si la iniciativa se aprueba. Foto Keystone

La iniciativa ha suscitado reacciones violentas entre algunos posibles afectados. Para el empresario Peter Spuhler, por ejemplo, uno de los suizos más acaudalados, cuya fortuna se estima en cuatro mil millones de francos, se trata de una “iniciativa de expropiación”. Por su parte, Stadler, Director de la empresa Stadler Rail que fabrica vehículos ferroviarios, ha manifestado en una entrevista periodística su intención de emigrar: por ejemplo, a Austria, país que no cobra impuestos de sucesión. En caso de aprobarse la propuesta, sus herederos tendrían que tributar al Estado suizo más de 1 500 millones de francos por concepto de impuesto sucesorio. Para Spuhler, esto es absurdo: “Mi patrimonio no está en el banco; está invertido casi en su totalidad en mi empresa y en otras empresas de menor tamaño”.

Por lo tanto, en el peor de los escenarios, estas empresas se verían forzadas a venderse a inversores extranjeros para poder pagar los impuestos, advierte Spuhler. Los promotores de la iniciativa consideran infundados tales temores: las empresas podrían saldar la deuda tributaria a plazos o solicitar créditos, respondió la Presidenta de JUSO.

El economista Volker Grossmann, Profesor de Economía en la Universidad de Friburgo, tampoco considera problemático que las empresas familiares contraigan nuevas deudas, siempre y cuando operen de manera efectiva y rentable. “Las consecuencias para la economía se están exagerando mucho”, declaró Grossmann al periódico Blick. Los impuestos no son el único criterio para determinar el atractivo de una ubicación, ya que Suiza ofrece otras ventajas, recuerda Grossmann, quien califica el impuesto sucesorio como el “impuesto menos distorsionador”, ya que los herederos no han hecho nada para ganarse su patrimonio: simplemente han tenido la suerte de nacer en una familia adinerada.

Segundo intento tras el de 2015

El Consejo Federal y la mayoría conservadora del Parlamento rechazan categóricamente esta iniciativa, tachándola de “radical”. Consideran que pondría en peligro el atractivo de Suiza como lugar de residencia para personas adineradas. Además, los ricos ya contribuyen de manera significativa al presupuesto nacional a través del impuesto sobre el patrimonio. El 1 % de los contribuyentes paga casi el 40 % del impuesto federal directo, lo que supone más de cinco mil millones de francos.

Esta Iniciativa afectaría a unos 2 900 contribuyentes, que poseen un total de aproximadamente 560 000 millones de francos, lo equivalente al 20 % del total de bienes imponibles en Suiza.

Solo el PSS y los Verdes respaldan la iniciativa; argumentan que la distribución de la riqueza en Suiza se está volviendo cada vez más desigual. En vista de la actual coyuntura política, sería muy sorprendente que la iniciativa fuera aprobada en las urnas. En un sondeo realizado por el periódico gratuito 20 Minutes en agosto de 2024, el 58 % de los encuestados rechazó la iniciativa. Al cierre de redacción de este número de Panorama aún no se disponía de datos más recientes.

Hace diez años, una iniciativa de la izquierda para introducir un impuesto sobre sucesiones a nivel federal fracasó claramente en las urnas, con un 71 % de votos en contra. En aquel entonces, sus promotores querían gravar con un impuesto del 20 % las herencias superiores a los dos millones de francos, en beneficio del SVS (Seguro de Vejez y Supervivencia). La nueva iniciativa se centra ahora en los “superricos”.

Regímenes fiscales dispares según los cantones

A nivel cantonal, ya existen impuestos sobre sucesiones, aunque su configuración no es uniforme. Obwalden y Schwyz, por ejemplo, prescinden de ellos por completo. En los demás cantones, los cónyuges y los descendientes directos suelen estar exentos del impuesto sobre sucesiones y donaciones. Las tarifas también varían mucho, entre el 0 y el 49 %, dependiendo del cantón.

Los países vecinos de Suiza también registran importantes discrepancias: Alemania aplica un impuesto sucesorio progresivo, pero concede numerosas exenciones: por ejemplo, para activos empresariales. Austria eliminó totalmente el impuesto sucesorio en el ámbito federal en 2008. Italia, por su parte, aplica un tipo impositivo relativamente bajo del 4 %, y el Estado atrae a los inmigrantes adinerados con ventajas fiscales. Francia es el país donde heredar resulta más costoso: dependiendo del valor de la herencia, el Gobierno galo puede cobrar hasta un 45 %; por ejemplo, quien herede cien millones de euros debe tributar 45 millones al Estado: una cantidad considerablemente superior a la que exige la iniciativa de las Juventudes Socialistas de Suiza (JUSO). En nuestro país, por el mismo patrimonio y tras deducir el monto exento, el impuesto sucesorio solo ascendería a 25 millones de francos.

Los promotores de la iniciativa quieren evitar que los ricos eludan el pago del impuesto sucesorio emigrando a otro país antes de su entrada en vigor. Por ello, el texto de la iniciativa contiene una especie de cláusula de retroactividad que suscita controversia entre los juristas. El Consejo Federal ya ha dado a entender que esta cláusula no puede aplicarse al pie de la letra.

En cualquier caso, la decisión final estará en manos del electorado, el 30 de noviembre de 2025.

   

Una retrospectiva sobre los referendos del 28 de septiembre de 2025 se publicará en el próximo número de “Panorama”.

Las votaciones del 30 de noviembre en un vistazo

Service citoyen: La iniciativa “Por una Suiza comprometida” pide que todos los ciudadanos y ciudadanas cumplan un servicio en beneficio de la comunidad y del medioambiente, ya sea en el ámbito militar o civil (véase Suiza vota sobre un servicio ciudadano para todos).

Impuesto nacional sobre sucesiones: La iniciativa “Por una política climática social, financiada mediante una fiscalidad equitativa” se propone gravar con un 50 % las herencias y donaciones a partir de 50 millones de francos (véase el texto principal).

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