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  • Reportaje

Un pionero: el aspirador de CO2 de Zúrich-Oerlikon

23.01.2019 – Jürg Müller

Una empresa suiza se propone extraer de la atmósfera el CO2, principal asesino del clima, para luego, en las profundidades de la tierra, convertirlo en piedra caliza.

En la Edad Media, los alquimistas intentaban transformar en oro los metales no preciosos. Hoy en día, los ingenieros de la Universidad Politécnica Federal (ETH, por sus siglas en alemán) de Zúrich intentan transformar un desperdicio en un producto valioso. La diferencia: que entonces no funcionó, pero hoy sí funciona –por ejemplo, con el dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero que constituye una de las principales causas del calentamiento global–. El CO2 puede filtrarse del aire y reutilizarse en forma de ácido carbónico para elaborar bebidas. O bien, se puede retirar al CO2 por completo de la circulación y almacenarlo en formaciones rocosas del interior de la tierra, sin riesgo alguno.

Cómo nació una empresa emergente de la ETH

La empresa suiza de tecnología limpia Climeworks, de Zúrich-Oerlikon, lleva a cabo un trabajo pionero en este ámbito, a nivel mundial. La empresa fue fundada por los ingenieros mecánicos Christoph Gebald y Jan Wurzbacher en 2009, como empresa emergente de la ETH de Zúrich y experimenta un rápido desarrollo: tan sólo entre diciembre de 2017 y agosto de 2018, el número de puestos de trabajo de tiempo completo aumentó de 45 a 60. Los objetivos de la empresa no son precisamente modestos: Climeworks pretende contribuir significativamente a la reducción del dióxido de carbono en la atmósfera, tan dañino para el clima, con métodos de alta tecnología. Según declara Louise Charles, responsable de medios de comunicación de Climeworks, a Panorama Suizo, “el objetivo es muy ambicioso; pero existe en la empresa una enorme motivación. Vamos a conseguirlo”. El desarrollo está avanzando muy deprisa y “la efectividad de la tecnología crece rápidamente”. Climeworks sobrepasa a dos empresas similares de Canadá y EE. UU., afirma Louise Charles, especialmente en materia de aplicación comercial.

Climeworks colabora con diversos inversores y varios consorcios industriales y de investigación, cuenta con el apoyo de la Oficina Federal de Energía y participa en programas de investigación de la UE, como “Horizon 2020”. Tal y como informara el Neue Zürcher Zeitung en agosto de 2018, la confianza de los inversores va en aumento: en una cuarta ronda de financiación, la empresa recaudó 30 millones de francos suplementarios.

En principio es sencillo

El principio técnico es sencillo: el CO2 se fija químicamente a un filtro. Lo que queda es aire sin CO2. El CO2 puede desprenderse del filtro aplicando calor, y utilizarse para otros fines. Climeworks es líder en la denominada tecnología de Captura Directa del Aire (CDA): con esta tecnología, el CO2 es aspirado directamente del aire del entorno y filtrado. El primer proyecto comercial de esta índole a nivel mundial existe desde 2017 en Hinwil, Zúrich. Allí, 18 ventiladores aspiran el aire a través de un sofisticado sistema de filtrado, eliminando 900 toneladas de dióxido de carbono al año. La planta piloto funciona con la energía térmica residual de la planta local de incineración de residuos, y el dióxido de carbono extraído del aire se vende como fertilizante gaseoso a un productor de verduras de los alrededores.

Por lo tanto, el CO2 puede reutilizarse para diversos fines, por ejemplo como compuesto químico básico para elaborar productos industriales tales como plásticos o, incluso, gasolina, lo que también podría reducir la dependencia del petróleo. Pero si lo que se pretende es eliminar definitivamente el CO2 de la atmósfera, no hay que ponerlo nuevamente en circulación, sino eliminarlo de manera permanente. La empresa Climeworks también está llevando a cabo un trabajo pionero en este ámbito.

Transformando el dióxido de carbono en piedra caliza

Durante la Conferencia de Bonn sobre el cambio climático de noviembre de 2017, Climeworks presentó un nuevo procedimiento que elimina el CO2 de la atmósfera y lo mineraliza bajo tierra: en Islandia, Climeworks opera un “aspirador de aire” especial, en colaboración con el proyecto de investigación de la UE CarbFix: en la isla del Atlántico Norte se filtra el CO2 del aire, se mezcla con agua y luego se bombea en cavernas subterráneas de piedra basáltica. Tras una reacción química, el ácido carbónico se deposita como carbonato para formar piedra caliza. Se trata, por así decirlo, de un almacenamiento definitivo y eternamente seguro. Además, gracias a sus fuentes termales Islandia cuenta con suficiente energía limpia para aspirar el aire de la atmósfera.

Un reto de dimensiones colosales

Sin embargo, como lo demuestran algunas cifras, el reto es de dimensiones colosales. Climeworks se ha fijado el objetivo de filtrar del aire un 1 % de las emisiones globales, de aquí al año 2025, lo que equivale a unos 300 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono. Para conseguirlo serían necesarias unas 250 000 instalaciones como la de Hinwil. Sin embargo, en un informe sobre el clima publicado en otoño de 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático estimaba que habría que eliminar de la atmósfera entre 1011 y 1012 toneladas de CO2, dependiendo de la velocidad a la que disminuya la producción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Durante la inauguración de las instalaciones de Hinwil, el climatólogo suizo Thomas Stocker declaró que todos los escenarios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático tomaban en cuenta la posibilidad de extraer activamente CO2 de la atmósfera en la segunda mitad del siglo XXI. “Pero 1012 toneladas es una cantidad que difícilmente podría alcanzarse”, declaró el climatólogo del ETH, Andreas Fischlin, ante varios medios de comunicación. Según una estimación de la Academia Suiza de Ciencias, el potencial de filtrado directo de CO2 se sitúa entre los 500 millones y un máximo de 10 000 millones de toneladas anuales.

Reservas por parte de Greenpeace

Las actividades de investigación y desarrollo de la empresa Climeworks también son acogidas con simpatía por la organización medioambiental Greenpeace. Georg Klingler, experto en clima de Greenpeace Suiza, explica a Panorama Suizo que en el futuro, desgraciadamente, estas tecnologías serán necesarias en cierto grado. Sin embargo, Klingler previene frente a ilusiones y advierte de un peligro: quienes hagan excesivo énfasis en tales soluciones proporcionarán a los políticos excusas para seguir aplazando la necesaria reducción radical de los gases de efecto invernadero. Si bien Greenpeace también señala la necesidad de recurrir a medidas técnicas en materia de política climática, con ello se refiere ante todo –además de evitar los gases de efecto invernadero– a importantes campañas de reforestación. Esto permitiría igualmente eliminar una cantidad considerable de dióxido de carbono de la atmósfera, además de beneficiar a la biodiversidad.

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    Siegfried Marquardt, BRD, 15711 Königs Wusterhausen 05.07.2019 At 15:16
    Umso klarer es wird, dass der Klimawandel kein Hirngespinst ist, sondern eine knallharte Realität mit all seinen penetranten negativen Folgen für die Menschheit, umso skurriler und absurder werden die Vorschläge zur Bekämpfung der Folgen des Klimawandels. Neuste Kreation von Seiten von Wissenschaftler der Technischen Hochschule (ETH) Zürich in der Schweiz: Man solle zur Bindung des CO2 900 Millionen ha Wald aufforsten – die 900 Millionen ha sollen dann ca. ein Drittel des gesamten Waldbestandes repräsentieren, also ein Drittel von 2,7 Milliarden ha nach den Intensionen der Züricher Wissenschaftler (der momentane weltweite Waldbestand wird in diversen Quellen mit unterschiedlichen Zahlen angegeben – von 2,7 bis 3,4 Milliarden ha). Anstatt zunächst einmal die Rodung von Wäldern weltweit mit aller Konsequenz einzustellen, ja unbedingt zu verbieten, soll aufgeforstet werden. Damit wird das Pferd von hinten aufgezäumt! Denn: Als Bilanz würde sich dabei folgende Relation ergeben: Jährlich werden 30 Millionen ha weltweit gerodet. In rund 30 Jahren wären dies ca. 900 Millionen ha Wald, der abgeholzt wird. Die Bäume der aufgeforsteten Fläche von 900 Millionen ha würde aber erst im gleichen Zeitraum wirkungsvoll CO2 binden können! Ein Null-Summen-Spiel ohne einen wirkungsvollen Effekt! Außerdem wäre es dann in ca. 30 Jahre sowieso zu spät, weil sämtliche Messen gesungen wären und da der Klimawandel irreversibel wäre!
    Siegfried Marquardt, Königs Wusterhausen
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  • user
    Tobi 27.02.2019 At 00:50
    Guter Ansatz - die Ingenieure sind auf dem richtigen Weg, machen einen ersten Anfang und setzen ein wichtiges Zeichen. Betrachtet man aber, dass beispielsweise ein A380, wenn er einmall sein gesamtes Tankvolumen an Kerosin verheizt, über 1000 Tonnen CO2 ausstößt, dann sind die 900 Tonnen pro Jahr nicht mehr als ein kleiner Tropfen auf den heissen Stein...
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  • user
    Erwin Balli-Ramos 18.02.2019 At 22:21
    Sehr geehrter Herr Derungs
    Besten Dank, Sie haben mit Ihren Überlegungen mein Wissensportofolio erweitert. Bitte erlauben Sie mir, Ihre Überlegungen betreffend des Bäumepflanzens wie folgt zu ergänzen: Sämtliches, in der voralpinen Hügelzone gelegenes Land wieder in seinen ursprüngliche Zustand durch Aufforsten zurück zu versetzen hiesse auch:
    - Die dadurch fehlenden landwirtschaftlichen Produkte kann sich
    die reiche Schweiz problemlos im Ausland beschaffen. Die
    Ideologie der Lebensmittel autarken Schweiz muss man sich als
    Gedankengut des 20. Jahrhunderts ersatzlos abschminken.
    - Die dadurch erwerbslosen Landwirte können in der Forstwirt-
    schaft und/oder Industrieproduktion eingesetzt werden.
    - Der Staat erspart sich dadurch einen zwei -dreistelligen
    Millionenbetrag an teilweise hirnrissigen Subventionen. z.B
    Zusammenscharen der Kuhfladen etc.

    Ketzerisch, aber effektiv, - und auf dem Stand des 21 Jahrhunderts.
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  • user
    Reto Derungs 03.02.2019 At 13:36
    Machen wir doch ein bisschen Statistik. Der CO2-Anteil der Erdatmosphäre beträgt 0,038 %. Ungefähr 3 % davon sind vom Menschen gemacht. Damit beträgt der vom Mensch verursacht Anteil am CO2 gerade mal 0,00152 % der Gesamtatmosphäre und ist somit unbedeutend. Der sogenannte "Treibhauseffekt" wird zu 60 % durch Wasserdampf und nur zu rund 40 % von den Treibhausgasen verursacht. CO2 ist nur eines unter diversen Treibhausgasen (neben Methan, Distickstoffoxid, teilhalogenierte Fluorkohlenwasserstoffe, Schwefelhexafluorid und anderen). Es ist deshalb offensichtlich, dass die alleinige Reduktion der CO2-Emmissionen durch den Menschen nicht ausreicht, um der Klimaerwärmung einhalt zu gebieten. Ich bin aber auch der Meinung, dass der Mensch die Umwelt so wenig wie möglich belasten sollte. Deshalb unterstütze ich sämtliche Massnahmen, den CO2-Gehalt in der Atmosphäre zu reduzieren. Erwiesenermassen ist die beste Methode dazu der sogenannte "Terrestrischer Kohlendioxidentzug", das heisst durch Aufforstung. Neue Wälder binden Unmengen an CO2. Nun ist es aber offensichtlich, dass diese effektive und günstige Alternative kaum Unterstützung findet, und zwar ganz einfach deshalb, weil man damit kein Geld verdienen kann. Ich bin mir sicher, dass hinter der ganzen CO2-Hysterie in erster Linie wirtschaftliche Interessen stehen. Da entwickeln Unternehmen, wie im Beitrag gezeigt, lieber riesige und eben auch nicht umweltfreundliche CO2-Staubsauger um ein gigantisches Geschäft zu machen anstatt einige Bäume anzupflanzen.
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  • user
    Eric Winkler 25.01.2019 At 19:03
    Interesting!
    All industrial processes generate waste heat, so in industry the filter-regeneration phase comes for free.
    The problem comes when the well-meaning industry tries to dispose of the resulting pure CO2 gas (which will have to be compressed - another energy-consuming process - for delivery). Makers of carbonated drinks are indeed possible customers, but in their place I would want to be the driver of the project, and this turns around the marketing process logic. The other applications appear to be years in the future.
    A follow-on article to address this interesting and important subject?
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