Suiza lucha por la interpretación de su neutralidad
WERNER GEMPERLE, STOFORS, SUECIA
Para mí, la neutralidad de Suiza significa no tener el valor de hacer lo correcto y tener siempre en mente salir ganando un poquito; y finalmente quedar bien ante todo el mundo levantando la bandera del mediador.
PAUL TAVAN, BAVIERA, ALEMANIA
En mi opinión, no hay ninguna razón sensata para abandonar la neutralidad armada permanente de Suiza. En particular, considero que participar en las sanciones contra Rusia es un error político.
BEA BORNER, HUA HIN, TAILANDIA
La neutralidad es un principio muy respetable. Pero si un país ataca, sin motivo alguno, a otro Estado en pleno corazón de Europa, ¡Suiza no debe hacer la vista gorda! Es imperativo que Suiza se posicione a favor del Estado agredido, y que lo haga con todos los recursos disponibles y en todos los ámbitos.
GEORGES GLARDON, AGLOU, MARRUECOS
No guardar una ESTRICTA neutralidad frente a los conflictos exteriores, sean sociales, políticos o militares, merma la credibilidad del país. En mi opinión, participar en las sanciones contra Rusia (lo que se justifica para países que no son neutrales) es un primer fallo en la neutralidad de Suiza.
DIETER SCHIESS, FRANCIA
La neutralidad está bien en caso de guerra. Pero lo que tenemos aquí es terrorismo de Estado de la mano de un megalómano. Frente a eso, Suiza no puede ni debe quedarse de brazos cruzados. A hacerlo, respaldamos automáticamente crímenes contra la humanidad. Como ciudadano suizo, me avergüenzo de este tipo de comportamiento.
UELI BORNHAUSER, GIESSEN, ALEMANIA
Para mí, neutralidad significa no adherirse incondicionalmente a un bloque o una postura. Pero no significa carecer de toda postura. La neutralidad puede ayudar a mediar entre dos contendientes. Pero si se violan abiertamente las normas acordadas por la ONU, la neutralidad no puede ser un manto para encubrir la falta de postura. En el ámbito privado exigimos coraje civil: para mí, esto también vale para la comunidad.
ARYE-ISAAC OPHIR, ISRAEL
Es erróneo afirmar que Suiza practica la neutralidad. Al menos desde la Primera Guerra Mundial, este término es puramente teórico; es algo así como el “nombre artístico” de Suiza y su política. Es una fórmula muy práctica, pero que no se aplica.
RICHARD JAKOB-HOFF, NUEVA ZELANDA
Quizá la palabra neutralidad se preste demasiado a la interpretación, como lo señala este artículo. Ser pacífico y alzarse en defensa de la paz no es algo pasivo: requiere determinación y acción. Deberíamos pensar en otros términos menos ambiguos para describir la postura de Suiza ante los conflictos externos. En Europa y otros lugares hace mucha falta un mediador neutral, y Suiza podría estar en posición privilegiada para asumir este papel. Por supuesto, no es una tarea fácil, pero merece la pena.
La “Quinta Suiza” y la emigración
ANTAL TAMÁS ILLÉS, TENERIFE, ESPAÑA
Tengo cierta experiencia en cuestión de emigración: en 1956 emigré de Hungría a Suiza; en 1999 salimos de Suiza para embarcar en nuestro velero; en 2005 nos instalamos en España. Estas son dos de las cosas que aprendí:
Regla n.º 1: En otros lugares, las cosas son distintas. Es imposible vivir feliz en el extranjero sin un mínimo de flexibilidad y capacidad de adaptación. La forma más segura de hacerse impopular en cualquier país, es decir: “Nosotros, en Suiza...”. ¡Olvídate! Aquí eres un visitante, compórtate en consecuencia.
Regla n.º 2: Nadie aprende turco o tailandés con el simple fin de pasar dos semanas de vacaciones. Pero si quieres vivir más tiempo en el extranjero, es imprescindible que seas capaz de darte a entender, al menos mínimamente, en la lengua del país.
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