Cada vez son más los suizos aficionados a las golosinas, para alegría de los fabricantes de caramelos y otras clases de dulces: en 2022, estos vendieron un 33 % más que el año anterior, duramente golpeado por la pandemia. Por suerte, esta enorme montaña de azúcar no se consumió solo en Suiza: el 86 % de los dulces se exporta. El mayor comprador es EE. UU.
Se estima que los suizos ingerimos 100 gramos de azúcar al día, el doble del límite máximo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Por ello, las autoridades suizas y la industria desean reducir la cantidad de azúcar en los alimentos. Ya han logrado cierto éxito en este ámbito: en cinco años, el contenido de azúcar en los cereales de desayuno se ha reducido un 13 %, y en los yogures, un 6 %.
Un dulce consuelo: a mediados de marzo, el Banco Nacional Suizo otorgó al desventurado Credit Suisse un primer crédito por valor de 50 000 millones de francos para apoyar a esta pobre y atribulada institución bancaria. Nos frotamos los ojos y nos preguntamos: y a nosotros, ¿cuánto nos darían si algún día nos viéramos en apuros?
El monte Cervino es único. Pero esto no impide que exista en millones de ejemplares, como emblema de Toblerone. Pero en adelante, este dulce emblema de la patria será cosa del pasado. Debido a que el chocolate triangular ahora se fabrica en parte en el extranjero (en Eslovaquia), tendrá que desaparecer el diseño del pico suizo. Lo remplazará un monte cualquiera.
Pero basta de tanto azúcar: pasemos a las setas. Advertencia: ¡Le desaconsejamos encarecidamente que coma esta hermosa seta verdosa! Se trata de la Amanita phalloides, una de las setas más venenosas de Suiza. Y no se lo pedimos sin motivo: durante la pandemia, muchos aficionados inexpertos descubrieron el encanto de recoger setas; como resultado, el número de casos de intoxicación por setas aumentó un 25 % en 2022. Mejor seguir comiendo dulces.
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Comentarios :
Bonjour, En effet, concernant le "TOBLERONE", c'est désolant de voir une entreprise passer à des mains étrangères. Dernièrement, ma famille en Suisse m'a envoyé des barres de TOBLERONE et j'ai constaté que la production de ces barres était faites en Suisse ! Autre, pour compléter le lien gustatif mentionné par votre rédacteur en chef Marc LETTAU, je m'imaginais encore les "filets de perches" (je suis né au bord du lac Léman), mais encore, on, plus précisément ma fille, a ajouté au colis trois plaques de "Cailler", un tube de "Parfait" et de "Cenovis".....il manquait le "Schabziger"...mais le facteur se serait inquiété.....Quel plaisir de recevoir des "souvenirs gustatifs" !