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  • Economía

El último productor de leche del pueblo

15.11.2016 – Marc Lettau

Los granjeros suizos reciben cada vez menos dinero por su leche, por lo que son cada vez menos los que tienen vacas lecheras. Quienes siguen con el negocio tienen rebaños más numerosos, lo que va cambiando poco a poco la imagen tradicional de la Suiza rural.

Aekenmatt, a orillas de los Prealpes berneses, es uno de esos típicos pueblecitos suizos, como uno se los imagina. Aquí, en medio de un paisaje de colinas, se levantan imponentes granjas. Magníficos huertos  delimitados por setos de boj, chapoteantes fuentes y casas con entramados de madera dorada por el sol, dan la impresión de que aquí casi no ha cambiado nada en los últimos dos o tres siglos. Cuando el tráfico matutino o vespertino de los que van y vienen de su casa al trabajo no discurre apremiante por el caserío, aquí reina una plácida calma. Pero las apariencias engañan. Esta típica aldea refleja también los profundos cambios que ha venido sufriendo la Suiza rural. Cuando vivía aquí la generación anterior, todas las granjas de Aekenmatt eran explotaciones lecheras. Por la mañana y por la tarde, las familias llevaban en carretas la leche a la “Chäsi”, la quesería situada en el centro del pueblo. Con esta leche, el pueblo de al lado producía queso Emmental.

Hoy, Res Burren, de 55 años, es el último productor de leche del pueblo. Vive justo al lado de la ”Chäsi”; pero en 1999 se fabricó por última vez queso con la leche de Aekenmatt. Desde hace dos años, la „Chäsi“ ni siquiera es ya un centro de recogida de leche: la leche del último ganadero del pueblo es recogida cada tercer día por un camión cisterna. En vez de ser transportada 20 metros hasta la „Chäsi“, se traslada a 20 km, hasta una gran planta industrial en las afueras de Berna; sólo la dirección, “Milchstrasse (Calle de la Leche) 9”, aún huele a campiña.

Caída libre de 100 a 50 centavos

El único productor de leche del pueblo quizá sea también el último. Burren no está seguro de querer seguir ordeñando. Está muy preocupado por su subsistencia. Durante su formación se le repitió una y otra vez que en Suiza, los gastos medios de producción de un litro de leche rondaban los 70 centavos. Más tarde vivió tiempos en los que el precio de la leche subvencionada por el Estado era de 100 centavos el litro. Ahora sólo le dan unos 50 centavos. Cuando se pone a analiza su explotación llega siempre a la misma conclusión: “Si renunciara a tener vacas lecheras y sólo tuviera ganado de engorde, al final ganaría lo mismo – y con mucho menos esfuerzo–”.

Las razones para no abandonar la producción lechera (al menos por el momento) quedan patentes en su granja, construida en 1833. Las placas conmemorativas colgadas en la fachada documentan la excepcional historia de este ganadero. En el establo, los nombres y las fechas cuidadosamente escritos con tiza blanca en pizarras negras revelan su amor por los animales. Aquí no encontramos impersonales cabezas de ganado, sino a Lolita, Naomí, Prag, Regula, Rosette, Ricola, Selina, Tamara, Tiffany, además de otras once criaturas cornudas con nombres no menos armoniosos.

Acelerados cambios estructurales

La aldea de Aekenmatt es un ejemplo elocuente de lo que sucede en toda Suiza. El número de explotaciones que suministran leche a lecherías o queserías disminuye a ojos vista. De las 26?000 explotaciones lácteas registradas hace seis años han desaparecido 6?000. Y el número de vacas lecheras ascendía en julio de 2016 a la bajísima cifra récord de 550?000. Quienes se ven sometidos a una mayor presión son los granjeros cuya leche se vende al final en las tiendas: como Burren, reciben los precios más bajos. Algo mejor es la situación de las explotaciones cuya leche sirve para producir queso; pero sólo 40?% de la leche, aproximadamente, se usa para fabricar queso.

No sólo es motivo de preocupación la disminución de los ingresos, asevera Burren, sino la incertidumbre por las fluctuaciones de los precios a corto plazo. Aunque de un mes a otro el precio de la leche sólo varía unos centavos, extrapolando a los 12?000 litros de leche que distribuye de media al mes, estos cambios conducen a grandes fluctuaciones de los ingresos: “Es un poco como si un trabajador no supiera hasta mediados de mes si al final del mes tendrá 300 francos más o menos de lo habitual en su monedero”. En términos generales la tendencia es clara. Los ingresos generados en explotaciones agrícolas descendieron el año pasado un 6,1?% en Suiza, debido esencialmente al bajo precio de la leche. Podría pensarse que el problema no es tan grave, pues bastaría aumentar el número de vacas en el establo. Pero esto requeriría más inversiones, que precisamente por los bajos precios de la leche son casi imposibles de amortizar, rebate Burren.

Mientras que son cada vez más las pequeñas granjas que renuncian a la producción lechera, en diez años se ha duplicado el número de grandes explotaciones con 100 vacas y más. Resumiendo: se produce algo menos de leche, pero en condiciones cada vez más industriales. Burren habla de una tendencia a la “industrialización”, en la que robots ordeñan automáticamente a grandes manadas de vacas. “Pero con los robots se pierde toda relación con los animales”, lamenta el granjero de Aekenmatt.

La disminución del número de vacas lecheras y el considerable aumento del tamaño de las explotaciones cambian gradualmente la imagen de la Suiza rural. “Muchos piensan que en Suiza, prácticamente en todas partes donde hay verdes praderas también tiene que haber vacas pastando”, dice Burren. Pero esta imagen tradicional empieza a cambiar: o no se ven ya vacas, o bien se ven grandes concentraciones en granjas semiindustriales. Esto es lo que confirma Jürg Jordi, portavoz de la Oficina Federal de Agricultura: “En un país lleno de praderas como es Suiza, la producción lechera no sólo representa un importante sector industrial, sino que también modela el paisaje característico de Suiza.” Y ratifica: “Se observa una tendencia al aumento de las grandes explotaciones”.

Ganado suizo de alto rendimiento

Más rápidamente que el paisaje cambia la relación entre el hombre y el animal: “Quien tiene 200 vacas no puede ocuparse de cada una como aquel que sólo tiene 20”, dice Burren. No obstante, también en los pequeños establos está cambiando el trato con los animales, porque los granjeros tradicionales intentan compensar el bajo precio de la leche con ganado cada vez más productivo. Las organizaciones ganaderas tienen motivo para sentirse orgullosas: cada año se sobrepasa la “frontera mágica de los 100?000 kg de rendimiento en la vida productiva de las vacas”, lo que traducido para los no expertos significa que en las praderas suizas cada vez hay más vacas que a lo largo de su vida han producido más de 100?000 litros de leche. En este ámbito también el último productor de leche de la aldea de Aekenmatt se considera tradicionalista: “Está claro que soy de los que se han fijado como meta aumentar la producción lechera”. Porque con el mismo número de vacas que su padre, Alfred, produce cerca de un veinte por ciento más de leche. Con ello su trayectoria es muy distinta a la de muchos jóvenes granjeros suizos que ya no desean recibir más subvenciones por su producción, sino que prefieren embolsar los pagos directos del Estado, por ejemplo dando a una parte de su explotación un uso menos intensivo como superficie de compensación ecológica. Por cierto, esto también modifica el paisaje: en las verdes praderas de alto rendimiento se divisan cada vez más a menudo una gran diversidad de flores. Burren reconoce que le cuesta trabajo considerarse un “conservador del paisaje” en lugar de un granjero productivo.

Por cierto, este año es el turno de la letra “W” en el establo: a los terneros lechales se les pone un nombre que empiece con esta letra. Waldi y Wiki ya llevan algún tiempo pastando en la pradera; se les acaba de juntar el ternerito “Wellness”. ¿Wellness? No podría ser mayor el contraste entre el nombre del ternero y el estado de ánimo de los granjeros. Burren sonríe: “Quizá Wellness consiga alegrarnos un poco la vida…”

Marc Lettau es redactor de “Panorama Suizo”

Cambios radicales en la agricultura suiza

En los últimos años se han producido enormes cambios estructurales en la agricultura suiza: “Pero el precio de la leche no es el único responsable”, dice Jürg Jordi, portavoz de la Oficina Federal de Agricultura. A estos cambios contribuyeron también en amplia medida el progreso técnico y la evolución de las condiciones marco. Jordi opina que el bajo precio de la leche acelera directamente los cambios: los ingresos agrícolas disminuyen, los granjeros intentan compensar la caída de los precios con una mayor producción de leche, lo que conduce a un descenso adicional del precio y a mayores cambios estructurales. “Los precios que se pagan a los granjeros por la leche de vaca son tan bajos, que ponen en peligro la subsistencia de muchas explotaciones lecheras”, explica Jordi, lo que a su vez, desde la perspectiva de los granjeros, podría amenazar la producción de leche suiza. En otros términos, la producción de leche suiza, que en la cultura helvética suele considerase casi como un “bien de interés cultural”, se ve sometida a una fuerte presión.

Según Reto Burkhardt, de la Organización Central de Productores Suizos de Lácteos (PSL), la decisión del Banco Nacional, del 15 de enero de 2015, de abandonar el tipo de cambio del franco suizo frente al euro tuvo importantes repercusiones: “Eso encareció y obstaculizó considerablemente las exportaciones de queso suizo, y aumentó la presión en materia de importaciones. Como consecuencia de todo esto, en 2015 había demasiada leche en el mercado suizo, lo que provocó una caída de los precios”.

No ha cedido la presión derivada del bajo precio de la leche en la UE. Sin embargo, la PSL exige que los grandes mayoristas suizos ajusten el precio de los productos lácteos al alza, porque sólo así, argumentan, sería factible remunerar mejor a los granjeros, quienes se encuentran al principio de la cadena de valor añadido. Burkhardt explica la lógica de esta reivindicación: Suiza tiene una de las reglamentaciones más estrictas en materia de protección animal, y además la aplica. Los granjeros suizos no alimentan al ganado con piensos manipulados genéticamente, y en un país como Suiza, con abundantes pastos, la producción de leche se justifica plenamente desde un punto de vista ecológico. “Todos estos criterios, asevera Burkhardt, son reconocidos por los consumidores”.

Al menos los mayoristas están dispuestos a destacar aún más el carácter “suizo tradicional” de los productos lácteos autóctonos. Desde julio figura en muchos de sus productos una etiqueta que hasta hace pocos años se habría mirado con desconfianza: “Swiss milk inside”.

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    Erwin Balli-Ramosb 03.12.2016 At 19:17
    Meine sehr geehrten Damen und Herren

    Grundsätzlich. Meine Eltern(RIP) waren Kleinbauern (5ha-Betrieb) vor ça 60Jahren, d.h. ohne die z.Z. grassierende Subventionitis- und Direktzahlungsorgie.
    Was ich nie verstehen werde ist das folgende.
    Ein Strukturwandel ist voraussehbar und lässt sich abfedern, VERHINDERN ABER NICHT.
    Warum zum Teufel hat man nicht schon vor langer Zeit damit begonnen, die jungen Bauern auf die, auf sie kommenden Aufgaben, vorzubereiten? Gemessen an der normalen Berufsausbildung (ich bin Schlosser, Mechaniker, Maschinentechniker,Betriebsingenieur)
    steht der Landwirt weitaus hinten an. Als ich vor 20 Jahren auswanderte genügte ein Jahr bei einem anderen Landwirt und ein Jahr zuhause mitzuarbeiten und die Berufsausbildung war abge-
    schlossen. Nota bene, das ist die Generation, die heute die Be-
    triebe führt.
    Da bleibt doch nur noch der zusätzliche reale Unsinn, dass man
    Futtermittel(importiert) zukauft, um damit Überschüsse zu produzieren, die mit erheblichen staatlichen Zuschüssen in die Oststaaten exportiert werden, um die dort produzierende Landwirtschaft kaputt zu machen.
    Da bin ich mit meinen 74 Jährchen doch glücklich, diesem Unsinn nicht noch lange zusehen zu müssen.
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    alexandra 29.11.2016 At 16:01
    I am always happy when I hear about an animal exploitation industry facing hard times. Even in a country like Switzerland, which compared to the rest of the world, has some of the highest standards for the treatment of cows and ecology. Of course, there will always be some who will stubbornly cling to habits which they see as traditions. Yet, I understand that more people are becoming aware in Switzerland, that even under the best conditions, exploitation is wrong and are acting on this by becoming vegan. Now if it is happening there, where conditions are better, surely it must happen everywhere where conditions are so much worse. When last I was there, one could not find any plant milk. Once people realize the benefits of drinking plant and nut milk and see the improvement in their health and the environment, even those who don't care about the injustice of enslaving, artificially inseminating, and kidnapping the offspring from cow will change their habits.
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    Audrey Breed 26.11.2016 At 02:48
    This is a tragedy.
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    Hans Niederer 26.11.2016 At 00:28
    I would like to comment on the farm issue: If the small farms disappear so will the tourism. People who visit Switzerland are enchanted with the sight of cows in the beautiful countryside. Put this together with your building industries who are building all these Boxes of Houses that don't even look like they belong in Switzerland. People can see these Blocks at home. I would say Switzerland is in trouble especially when you look at the Politicians in Bern. Who in God's name is the EU to dictate what is supposed to be done with the Swiss milk? Switzerland needs a Government who has a backbone not a bunch of self serving -----. I visit Switzerland every year for 3-4 months. Every year it gets worse and someone needs to look out for Switzerland. Not just for the milk but in many other ways too.
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      Walter Kupper 09.12.2016 At 00:01
      Bravo! My sentiments, exactly.
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      Andreas Müller 15.12.2016 At 16:17
      Hans Niederer
      That's my words too and I agree with you!
      Switzerland our motherland is sold out to big company and lot more just look how owns them. To liberale is our System in Bern we should learn again to take care of our country for the next generations. It break my heart we I see back what happen the last few decades with our country and the friendly Swiss Citizen. The farmer should get a fair market price for their products with a minimum of benefits from the governement (tax payer) that it should be and all are happy. To much of regulation make it everything more expensive in every business that should cut down fast to change the system for a free farmer.
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    Markus Ritter 25.11.2016 At 03:22
    In Northeast Wisconsin the large farms are producing manure that pollutes the ground water that many people use as their source of drinking water. It also pollutes Lake Michigan that now has extensive areas of algae.
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    Jean Marie ROBERT 24.11.2016 At 15:47
    L'Agriculture SUISSE est confrontée comme l'ensemble des agricultures du monde aux effets négatifs de la mondialisation : cours constamment à la baisse,spéculation( bourse) sur les produits agricoles; les productions laitières sont particulièrement concernées: certains pays en EUROPE ont fait un choix contestable de production industrielle du lait" usine à lait".
    Non seulement cela engendre une désertification rurale et par voie de conséquence un éco-système bouleversé mais a pour conséquence d'une standardisation des produits, alors que ce qui faisait la renommée de la SUISSE et de la FRANCE c'est grande variété de fromages de qualité
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    Jörn Malek 24.11.2016 At 15:07
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      alexandra 29.11.2016 At 16:07
      yes, the dairy industry is based on lies and propaganda. with all the info available now it's amazing how people still don't get it. no one should be drinking milk once they are weaned from their own mother!
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    Dieter Schelling 24.11.2016 At 14:39
    Dieser Artikel verwirrt mich ein wenig und stimmt nicht völlig überein mit unseren Erfahrungen. Wir wohnen ein Teil des Jahre in Brugnasco bei Airolo. Das Dorf hat auch nur noch einen Bauer. Die Milch kann er für 73 Rappen an die Käserei in Airolo verkaufen (letztes Jahr waren es noch 80 Rappen). Er hat viel und meist sehr steiles Weideland und etwa 70% seines Einkommens sind Flächenzulagen - und natürlich ohne diese Subventionen würde er sofort Bankrott gehen und das Land würde verganden. Wir kaufen unsere Milch direkt vom Hof und geniessen diese sehr. Wir machen damit auch ausgezeichneten Rahm, Yoghurt, Quark und Mascarpone. Wir bezahlen ihm einen Franken pro Liter. Vielleicht bilden wir es uns nur ein, aber wir finden diese Milch sehr viel besser als beispielsweise die Bio Milch von Coop. Diesen Sommer konnten wir kaum warten bis die Kühe von der Alp zurück waren. Was ich nun nicht verstehe ist warum solche Milch nicht ein Gütezeugnis kriegt (Beispielsweise: "Grasmilch") wofür Leute (wie wir) bereit wären mehr zu bezahlen. Warum bezahlen wir für Benzin 1.70, Bier 2 Franken und Wein 20 Franken? Warum wollen wir nicht bezahlen für qualitativ hochstehende Milch? Wenn wir zuviel Milch produzieren müsste die Landwirtschaftspolitik gegen die Massenproduktion mit viel Futterzusatz im Tiefland steuern. Dort gibt es Alternativen zur Milchproduktion die unser Bauer nicht hat.
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    Philippe Simond 23.11.2016 At 23:31
    Bonsoir,
    En France la production d'énergies alternatives a fait se développer des fermes usines qui turbine le méthane pour produire de l'énergie, le lait est un sous-produit de cette industrie il est proposé à un prix extraordinairement bas. L'Allemagne, développe également ce type d'élevage dans un but de production d'énergies alternatives au pétrole, quelle est la situation en Suisse? Il y a-t-il sur le marché une concurrence avec les fermes usines?
    Merci de m'éclairer sur ce point.
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    Barbara Demoulin 23.11.2016 At 20:37
    en France les producteurs laitiers sont dans la même situation et cela a déjà causé beaucoup de drames. ceux qui se sortent le mieux sont rentrés dans un système "du producteur directement au consommateur" avec des associations comme l'Amap ou la ruche et toujours avec des produits de qualité et bio comme conseillé ci-dessus. Je suis sûre qu'en Suisse cette solution aura aussi sa chance! Bon courage à vous
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    raymond luginbühl 23.11.2016 At 16:36
    à force de produire industriellement,que vont devenir les fromages suisses? des portions de "machin" au goût de carton,comme cela se présente partout en europe,pourquoi ne pas produire "bio" et fabriquer du bon fraomage avec ce lait,l'agriculteur y trouverait son compte et le consommateur aussi.
    savez vous que pour avoir les mèmes nutriment qu'une pomme produite "bio",il faut 100 pommes de l'agriculture intensive.pensez y!
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      Jean-Pierre Hoffer 23.11.2016 At 18:46
      Tout a fait d' accord avec vous , c' est quand meme triste d' en arriver la !
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    E. Kunkler 23.11.2016 At 04:50
    Wenn im Laden der Liter Milch nur 1 Franken kostet kann ja niemand erwarten dass ueberhaupt jemand einen Gewinn machen kann an Milch. Es ist eine Schande dass unsere Regierung nicht die Preise heraufsetzt und an der Grenze den Zoll erhoeht - wir brauchen ja sicher keine auslaendische Milch - und, schliesslich ist es ja unser Land und unsere Milch. Ist es nicht deren Aufgabe unser Land und unsere Buerger zu beschuetzen?

    In Amerika haben wir Walmart welcher auf der gleichen Basis operiert wie die EU - druecke den Preis lange genug und die kleine Konkurrenz wird bald den Laden schliessen!!

    Ich hoffe dass die kleinen Bauern einen guten Weg finden werden um die Lebensweise und die gesunde Tierhaltung weiterfuehren zu koennen.

    Jedesmal wenn ich in die Schweiz reise, verliebe ich mich wieder in die "Brown Cows" - da muss es doch etwas geben um dem ganzen "Schlamassel" zu helfen??

    Ich wuensche Allen Milch Bauern viel Glueck und hoffe dass die Befoelkerung realisiert was sie verlieren wird wenn sie nicht anfangen "Lokal" zu kaufen und die lokale Wirtschaft/Bauern zu unterstuetzen.

    Ich hoffe auch in Zukunft die schoenen "Brown Cows" wieder zu sehen.
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    Tschol Wilhelm 22.11.2016 At 19:41
    Es ist Bauer Burren anzuraten, sich angesichts der kaum endenden Milchschwemme weitergehende strategische Gedanken zu machen. Es stehen verschiedene Wege offen, der eine - hier angesprochen - eine Verbindung von touristisch orientierten Bodenbewirtschaftung, der andere verbunden mit einem Wechsel zu hochwertiger Fleichproduktion. Jeder der in die Alpen fährt, sei es is "Bärnpiet" oder is Wallis, der freut sich über den neuen frischen Mixt, der verbunden mit Agrotourismus den Besucher zum Direktkunden werden lässt. Ich wünsche Glück bei der Entscheidung.
    W.R.Tschol
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